Por Fernanda García Directora de Sociedad Incluyente El mercado laboral cambió, pero las carreras no. En México, los jóvenes siguen estudiando las mismas carreras que hace 10 años. A pesar de la creciente demanda por tecnología, las carreras con más egresados y estudiantes son Derecho, Administración, Ingeniería industrial, Contabilidad y Psicología. ¿Eso necesita el mercado laboral? De acuerdo con el Foro Económico Mundial, en los próximos cinco años, al menos 80% de las empresas a nivel global –sin importar su sector– adoptarán tecnologías relacionadas con el desarrollo de plataformas digitales y análisis de datos masivos. En el caso de México, el Foro destaca la necesidad de crear trabajos que respondan a los avances tecnológicos y a la automatización del mercado laboral actual. Generar nuevas tecnologías requiere de nuevas habilidades y la universidad sigue siendo una elección rentable para ello. Un ejemplo de una de las varias licenciaturas que promueven habilidades tecnológicas es Desarrollo de Software. En México, esta disciplina está creciendo y cuenta con más de un millón de egresados que enfrentan buenas perspectivas laborales. Según Compara Carreras 2024, es una de las licenciaturas con mayores ingresos y ofrece una alta probabilidad de emplearse en la formalidad. A pesar de esto, México no está generando el talento suficiente, o al menos no a la velocidad requerida. En el país, 79% de las empresas de Tecnologías de Información –donde el desarrollo de software es una de las áreas de mayor demanda– reportan dificultades para encontrar talento. El problema se agrava porque pocos ingresan a la universidad, lo que reduce aún más el grupo de talento disponible, especialmente cuando las preferencias de carrera son las mismas entre los jóvenes. ¿Una solución? Las carreras técnicas, pero ¿quién está apostando por ellas? A pesar de ser una opción menos costosa, más corta y flexible que una licenciatura, solo 93 mil egresados en México tienen un título Técnico Superior Universitario (TSU) en Desarrollo de software, y apenas 27 personas se graduaron el año pasado. Pareciera increíble que los jóvenes no opten por ser técnicos en desarrollo de software (u otras áreas alineadas con las nuevas tendencias), considerando no solo su asequibilidad, sino también la alta demanda por parte del sector productivo. El problema radica en que el mercado laboral no valora los títulos TSU, lo que se refleja en la falta de incentivos económicos para quienes los obtienen. Aunque el nivel de desempleo es bajo para ambos, un desarrollador con licenciatura gana casi el doble que uno con formación técnica. Además, 45% de los desarrolladores técnicos trabaja en la informalidad en comparación con 19% con licenciatura. La demanda por el “talento tech” no hará más que crecer, y México tiene la oportunidad de capitalizar el potencial de su fuerza laboral. No basta con promover carreras alineadas con los requerimientos del mercado laboral, también es necesario ofrecer mejores ingresos y condiciones laborales para contar con alternativas competitivas. Mientras el mercado no reconozca y compense adecuadamente a los técnicos en áreas de alta demanda, como el desarrollo de software, el país seguirá enfrentando una escasez de talento calificado. Si México necesita nuevas habilidades, tendrá que premiarlas mejor.