Publicado el 01 oct. 2024
por Luis Levar
- Economía
La población de BC desaceleró su crecimiento en el 2023 como resultado de su transición hacia un envejecimiento demográfico reveló la ENADID del INEGI, durante el día de las personas de edad.
La gráfica adjunta elaborada por el Centro de Estudios Económicos de Baja California muestra que en este siglo se ha ido agregando menos población, pero destaca que entre el Censo del 2020 y los datos para 2023 apenas si se agregaron algo más de 20 mil 455 personas.
Además 8 de cada 10 habitantes tienen más de 15 años de edad. Los jóvenes y niños pierden peso en el total.
En este contexto, la población de 60 años y más en Baja California se disparó a más de medio millón. A este ritmo para el año 2030 (siete años) rebasará la de 0 a 14 años
Las cifras del INEGI indican que el grupo de 0 a 14 años se redujo 9.3 por ciento (menos 81,966), el de 15 a 59 años disminuyó 0.5 por ciento (menos 13,548), mientras que el de 60 y más años presentó el aumento más grande de la historia para un lapso de 3 años con 114 mil 958, el 29.7 por ciento, para llevar a ese grupo hasta los 502 mil 958.
Los indicadores son una señal clara de que Baja California aceleró su velocidad hacia el envejecimiento demográfico, replanteando el escenario futuro de una entidad donde la tercera edad comenzará a dominar mientras los niños y jóvenes tenderán a una menor presencia en los indicadores demográficos.
Ya en el Censo del 2020 se había anticipado esto, siendo un tema ignorado por las autoridades que siguen con la misma cantaleta económica de hace 30 años.
Ahora, en el contexto de la Cuarta revolución Industrial y del cambio climático, urge empezar ya a trabajar en las estrategias a seguir proyectar el futuro económico del Estado.
En un reporte el Centro de Estudios Económicos de Baja California señala:
“Los costos de no atender el problema demográfico serán terriblemente costoso si no se implementa una estrategia de planeación transexenal basada en proyecciones demográficas.
BC no solamente envejece, sino que está perdiendo mucho capital humano calificados que será muy necesario en breve con los cambios tecnológicos de las empresas.
El salario mínimo hay que dejarlo por la paz e impulsar el aumento en los niveles superiores para dar a los ciudadanos el poder adquisitivo que se necesita para reactivar la economía como en los 90s. Para eso existen los incentivos fiscales.
Los temas del agua y la energía se han visto envueltos en mucha demagogia. El agua por ejemplo, desde hace 20 años se sabía del problema, precisamente por el entorno demográfico y no se hace nada serio en medio de un cambio climático que está aumentando las temperaturas cada año. Aún así quieren traer a empresas de semiconductores que son grandes consumidoras de agua.
Es tiempo de pensar que si le va bien a BC, nos va bien a todos”.
El mayor problema, no queda duda, es lo último, pues a los políticos no les interesa la entidad, les interesa sus bolsillos.