Día Mundial contra el Cáncer: un llamamiento para acabar con las desigualdades en la prevención y el tratamiento

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Por Wendy Yared Cuatro años después del lanzamiento del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, las desigualdades en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad siguen siendo un problema flagrante. Este Día Mundial contra el Cáncer es un recordatorio de que los responsables políticos de la Unión Europea deben acelerar la acción para abordar estas brechas de frente, cumpliendo sin más demora las iniciativas inconclusas en la lucha contra el cáncer. El cáncer no discrimina, pero las diferencias en la forma de prevenirlo, diagnosticarlo y tratarlo revelan las brechas injustas que aún existen en los sistemas de atención sanitaria de toda Europa. El lugar donde uno vive o sus ingresos no deberían afectar el riesgo de padecer cáncer ni la posibilidad de acceder a medicamentos asequibles. Sin embargo, en la Unión Europea (UE) actual, esta sigue siendo una dura realidad. Cada nueve segundos, alguien en la UE escucha la frase que cambia la vida: “tienes cáncer”. Solo en 2022, 2,7 millones de personas se enfrentaron a este diagnóstico. Se estima que la enfermedad se cobró la vida de aproximadamente 1,3 millones de personas ese mismo año, lo que la convirtió en la segunda causa principal de muerte en Europa. Estas cifras no son solo estadísticas: representan a nuestros vecinos, amigos y seres queridos. Un análisis más detallado de los datos pone de manifiesto que las diferencias en las tasas de mortalidad por cáncer entre los países de la UE son sustanciales. Países como Croacia, Hungría, Eslovaquia, Letonia, Eslovenia y Polonia presentan algunas de las cifras más elevadas, con tasas que superan en más de un 15 % la media de la UE . Por el contrario, España, Suecia, Finlandia, Malta y Chipre presentan las tasas de mortalidad más bajas de la UE . ¿Cuáles son algunos de los factores que impulsan esta brecha de supervivencia? Las investigaciones apuntan a una cruda realidad: el acceso a medidas de prevención del cáncer (como exámenes de detección, vacunas, entornos saludables y educación) a menudo depende del estatus socioeconómico y la ubicación geográfica. Como resultado, las personas desfavorecidas de nuestra sociedad se ven desproporcionadamente más afectadas. De hecho, los principales factores de riesgo de muerte por cáncer en la UE, incluidos el tabaco, el consumo de alcohol, las dietas poco saludables, el riesgo laboral, el sobrepeso y la obesidad y la contaminación del aire, son sistemáticamente más frecuentes entre las personas con menores ingresos y niveles educativos, lo que pone de relieve la necesidad crítica de intervenciones equitativas. Tomemos como ejemplo el cáncer de pulmón, la principal causa de muerte por cáncer en Europa: los resultados preliminares de las investigaciones muestran que las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón son 2,6 veces más altas en los hombres con menor nivel educativo y 1,7 veces más altas en las mujeres con menor nivel educativo. El lugar de residencia también influye en gran medida en el desarrollo de la enfermedad. Es sorprendente que el 20% de las áreas más contaminadas de Europa (aquellas con los niveles más altos de PM2,5, partículas diminutas en el aire que pueden penetrar profundamente en los pulmones) a menudo se superponen con aquellas regiones con un PIB per cápita más bajo, lo que deja a las comunidades vulnerables con un mayor riesgo de cáncer de pulmón. El acceso a los medicamentos también varía considerablemente en los distintos países de la UE. El elevado coste de los nuevos medicamentos suele ponerlos fuera del alcance de los países con presupuestos limitados, lo que agrava aún más las disparidades en toda Europa. En los países con un poder adquisitivo comparativamente bajo, los pacientes con cáncer tienen un acceso limitado a tratamientos innovadores. Por ejemplo, entre 2019 y 2022, los pacientes de Alemania tuvieron acceso a 46 de los 48 medicamentos contra el cáncer autorizados a nivel de la UE, mientras que los pacientes de Lituania solo pudieron acceder a 3. Los factores que impulsan las tasas de mortalidad por cáncer tienen raíces profundas y perpetúan un ciclo de desigualdad que es difícil de romper. Abordar estas deficiencias en la prevención y el tratamiento del cáncer es esencial para reducir la carga general de la enfermedad. Sin embargo, estos desafíos sistémicos no pueden abordarse eficazmente si los países actúan por separado. La reducción de las desigualdades es un elemento transversal del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer . Cuatro años después de su lanzamiento, se han adoptado numerosas medidas ambiciosas para reducir la carga de morbilidad en toda Europa. Sin embargo, muchos de los compromisos del Plan para abordar los factores clave que impulsan la desigualdad en la atención y la prevención del cáncer aún no se han cumplido. La Comisión Europea dispone de una serie de herramientas para colmar aún más estas lagunas. La aplicación oportuna de las iniciativas restantes en el marco del Plan de lucha contra el cáncer de la UE es crucial. La revisión prevista de la legislación sobre el tabaco, la introducción del etiquetado de los alimentos y el alcohol, las medidas para reducir la exposición a contaminantes nocivos y otras medidas para combatir la elevada carga del cáncer y reducir las disparidades no deberían demorarse más. Los gobiernos de la UE también tienen un papel clave que desempeñar en esta lucha. Promover la adquisición conjunta voluntaria de medicamentos contra el cáncer ayudará a lograr precios más bajos en todos los Estados miembros, al tiempo que hará que los mercados más pequeños resulten más atractivos para las empresas farmacéuticas. Además, finalizar la reforma del paquete farmacéutico de la UE es esencial para crear un sistema farmacéutico más equitativo y centrado en el paciente. Los responsables de las políticas tienen la obligación jurídica y moral de proteger a las poblaciones vulnerables y fomentar un entorno saludable para todos. Al abordar los factores de riesgo sistémicos y reducir las desigualdades, la UE puede garantizar que ningún paciente o individuo en situación de riesgo quede excluido. *****La Dra. Wendy Yared es directora ejecutiva de la Asociación de Ligas Europeas contra el Cáncer (ECL), una organización europea independiente y sin fines de lucro que agrupa a sociedades nacionales y regionales contra el cáncer. La ECL reúne a 34 ligas contra el cáncer de 29 países que representan a más de 450 millones de personas en toda Europa.