París, Francia, abril 7 (Horodote).- El 3 de abril de 1862 se publicaron en las librerías los dos primeros volúmenes de una novela que prometía ser un éxito excepcional: Los Miserables . El autor es un paria de barba blanca que, desde su exilio en Guernsey, no deja de lanzar filípicas contra el emperador Napoleón III, entonces en el apogeo de su reinado. Víctor Hugo, porque se trata de él, maduró su proyecto romántico durante casi treinta años. La última novela que escribió data de 1830: Notre-Dame de París . Desde entonces, se ha dedicado a la poesía y ha ascendido a los más altos escalones de la gloria, pero sin dejar de atormentarse por la suerte de los más humildes y la injusticia social. Con Los Miserables, su gloria alcanzará una dimensión planetaria hasta ahora desconocida en el ámbito literario. Y, lo que es más importante, surgirá una nueva conciencia social en la sociedad occidental.

La novela emblemática de Víctor Hugo, Los Miserables, es el fruto de una larga gestación. Ya en 1828, el joven escritor, aunque realista, planeó una gran novela sobre el tema de la pobreza, titulada simplemente Les Misères . El periodo de documentación se inicia con la recogida de recortes de prensa, visitas a lugares (campos de prisioneros, fábricas o el campo de batalla de Waterloo, donde da los últimos retoques a su novela), y recogida de testimonios. El escritor también habría sido testigo de un altercado entre un burgués y una prostituta, episodio utilizado en Los Miserables para llevar a Fantine al declive, así como a la detención de un vagabundo por el robo de una barra de pan ( Cheses vue , 9 de enero de 1841 y 22 de febrero de 1846). La redacción propiamente dicha comenzó el 7 de noviembre de 1845, con un primer borrador que duró hasta 1848. Pero la política interrumpió la obra creativa de Hugo, que observó indignado la abdicación de Luis Felipe y más tarde el golpe de Estado de Luis Napoleón Bonaparte ( a quien inicialmente apoyó). Antes de verse obligado a huir, corre de barricada en barricada, una experiencia que se convertirá en uno de los momentos culminantes de su novela en la que retrata al pequeño Gavroche, sacado directamente de La libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix, pintado en 1830. El exilio le dio la calma para retomar la pluma, de 1860 a 1862. Mientras tanto, el proyecto ha evolucionado y sus ideas sociales se han vuelto más claras. Ya no se trata de Les Misères , una abstracción del estado de pobreza de una parte de la población, sino de Les Misérables , la encarnación del pueblo que sufre a través de unos personajes típicos.