Londres, Inglaterra, abril 12.- Las academias científicas nacionales de los países del G7, incluida la Royal Society, están pidiendo conjuntamente a las organizaciones miembros que aborden seis desafíos globales antes de la Cumbre del G7 a celebrarse en Italia del 13 al 15 de junio próximo. Seis declaraciones , publicadas hoy, llaman a la acción sobre: seguridad y protección de la producción agrícola; inteligencia artificial y sociedad; recomendaciones de políticas para temas de salud; control de armas nucleares; las desigualdades sociales y la pobreza, y combatir la creciente vulnerabilidad; y ciencia y comunicación del patrimonio cultural para aumentar el conocimiento y la conciencia pública sobre nuestras raíces colectivas. Sir Adrian Smith, presidente de la Royal Society, dijo: “Desde la seguridad alimentaria y de Internet hasta la amenaza de pandemias y la lucha contra la pobreza, estos desafíos globales están intrínsecamente vinculados y no se pueden lograr soluciones efectivas sin considerarlos todos colectivamente. El cambio climático afecta a la agricultura, afecta a la salud y empeora la desigualdad social. Estos problemas, junto con la falta de comprensión y aceptación de nuestra herencia compartida, debilitan los vínculos geopolíticos, así como nuestros vínculos con nuestras propias comunidades. “La ciencia y la tecnología están en el centro de muchas de las soluciones que el mundo necesita para abordar estos problemas. Por lo tanto, los gobiernos del G7 tienen la responsabilidad de apoyar a los científicos en su investigación e implementar políticas para la rápida transformación que se necesita, mientras aspiramos a un mundo más compasivo, más seguro y más saludable para todos”. Resúmenes de declaraciones: Agricultura: La agricultura es fundamental para nuestro sistema alimentario y nuestra economía, ya que proporciona empleo e ingresos para sustentar la vida de personas en todo el mundo. Sin embargo, también es responsable de la degradación ambiental. Las academias S7 recomiendan dotar de recursos adecuados para dotar a las personas de las capacidades y capacidades para afrontar estos retos; monitoreo y rehabilitación de suelos, así como estrategias para reducir el consumo de agua; generar variedades de cultivos tolerantes al clima y resistentes a plagas y enfermedades, vacunas para animales y probióticos que fortalezcan la salud, promoviendo al mismo tiempo la diversificación de las especies de cultivos; y promover patrones comerciales que favorezcan la agricultura y los sistemas alimentarios sostenibles. Inteligencia artificial: La Inteligencia Artificial (IA) está remodelando nuestro mundo, ofreciendo numerosos beneficios pero también planteando preocupaciones críticas que deben abordarse a través de una gobernanza inclusiva y coordinada globalmente. Las academias S7 recomiendan una seguridad adecuada contra ataques cibernéticos y físicos, incluidas tecnologías que mejoren la privacidad y una guía clara sobre el uso de datos; organismos y gobiernos independientes para establecer y hacer cumplir normas y leyes estrictas para promover la transparencia y la rendición de cuentas; alinear la IA con los valores y la ética humanos a través de la colaboración intersectorial; y educación. Problemas de salud: La Organización Mundial de la Salud ha declarado la resistencia a los antimicrobianos (RAM) una de las diez principales amenazas mundiales para la salud pública y el desarrollo, mientras que la pandemia de COVID-19 reveló debilidades de los sistemas de salud y de las respuestas institucionales, y una cooperación internacional inadecuada. Mientras tanto, la mayoría de los Sistemas Nacionales de Salud están en crisis y la prevención primaria todavía carece de fondos suficientes, y la salud de los seres humanos y de otras especies se ve seriamente amenazada por el rápido cambio del clima. Por lo tanto, las academias instan a los gobiernos del G7 a priorizar la preparación y respuesta ante pandemias, la resistencia a los antimicrobianos, la crisis de los sistemas de salud universales y los impactos del cambio climático y ambiental en la salud. Control de armas nucleares: El aumento de las crisis geopolíticas y las nuevas guerras que se libran entre países que poseen armas nucleares amenazan la estabilidad regional y global. Las academias de ciencias de los países del G7, a la luz del aumento de las tensiones y las guerras internacionales, piden a los líderes del G7 que reafirmen una vez más su compromiso de lograr un mundo sin armas nucleares y que tomen las medidas necesarias para ayudar al mundo a lograrlo. objetivo de forma segura. Desigualdades sociales y pobreza: Existe una clara necesidad de un cambio de estrategia en la lucha contra la pobreza, que las academias científicas instan a los gobiernos de los países del G7 a considerar. A raíz de la pandemia y sus graves consecuencias socioeconómicas –así como el impacto sobre la pobreza y el hambre de los nuevos conflictos y tensiones a nivel internacional en los mercados internacionales– es necesario fortalecer políticas más específicas contra la pobreza, además de fomentar el crecimiento económico. Las políticas deben apuntar a impulsar la protección social y prevenir aumentos dramáticos de la pobreza extrema en respuesta a crisis sanitarias, alimentarias y climáticas, crisis económicas inesperadas y conflictos. Patrimonio cultural: El patrimonio cultural es la base de nuestra identidad colectiva como seres humanos y la raíz de la comprensión de nuestro pasado colectivo y nuestro lugar en la naturaleza, contribuyendo a nuestra capacidad para afrontar los desafíos presentes y futuros. La contribución de las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades, así como su participación transdisciplinaria, son cruciales para la exploración, comprensión, preservación y comunicación completa y exhaustiva del patrimonio cultural. Las academias llaman a los países del G7 a desempeñar un papel de liderazgo en la difusión de una conciencia crítica sobre el patrimonio cultural en las instituciones educativas; promover la colaboración internacional para contrarrestar el robo y el tráfico ilegal de bienes culturales y la destrucción intencional del patrimonio cultural durante la guerra u otros conflictos; y promover la colaboración internacional entre investigadores de las ciencias naturales y humanas para mejorar la comprensión del patrimonio cultural de la humanidad.