El Trivium y el Quadrivium son dos vocablos latinos que engloban las “Siete Artes Liberales” que se estudiaban en las primeras universidades europeas durante la Edad Media. Utilizaban las palabras “arte” del griego “areté” que significa “virtud” y la palabra “liberal” porque su finalidad era la de formar “hombres libres” y dicha libertad se obtenía por medio del conocimiento y el desarrollo de las habilidades intelectuales. Las artes liberales se oponían a las “artes menores” que eran las que proporcionaban al hombre la pericia para desempeñar oficios y realizar trabajos manuales. El Trivium (tri-vium) significa tres vías o caminos y contenía todo lo que abarca el arte de la “elocuencia” y eran: Gramática, Retórica y Dialéctica. La Gramática estudia el uso adecuado de la lengua, el cómo hablar y escribir correctamente. La Dialéctica es la ciencia del pensamiento correcto, se encarga del razonamiento y de la búsqueda de la verdad. La Retórica es la expresión del lenguaje en su más bella manifestación, por tanto está muy relacionada con la Literatura. Las disciplinas del Trivium equipaban al estudiante con las habillidades intelectuales para poder aprender por sí mismo, por eso se impartían antes que el Quadrivium. El Quadrivium, por su parte, significa las cuatro vías o caminos y agrupaba las ciencias relacionadas con los números y el espacio y eran: Aritmética, Geometría, Astronomía y Música. La Aritmética es el estudio de los números. La Geometría, el estudio del espacio La Astronomía, el estudio de los astros o el espacio en movimiento y La Música, el estudio de los cantos y de las matemáticas en movimiento. Se puede afirmar que el Trivium y el Quadrivium son el antecedente remoto del currículum escolar (conjunto de objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluación que orientan la actividad académica) y si lo analizamos detenidamente, podemos detectar la lógica de su planteamiento. Con el Trivium se pretendía desarrollar los aprendizajes generales y destrezas intelectuales para enseñarlos a pensar y prepararlos para el autoaprendizaje. Posteriormente, con el Quadrivium. se enseñaban las disciplinas científicas que eran las que proporcionaban los elementos para conocer y dominar el mundo exterior. En la actualidad, el currículum escolar de la Educación Básica, se caracteriza por tener perfiles de egreso muy ambiciosos y con demasiados contenidos, mismos que se ven ampliados para hacer frente a los cambios actuales, con lo que, a los aprendizajes tradicionales, se han ido agregando otros contenidos, como manejo de las nuevas tecnologías, educación para la ciudadanía, equidad de género, ecología, etc. y que tienen la finalidad de preparar a los alumnos para adaptarse con facilidad a esa sociedad cambiante. Sin embargo, el exceso de contenido imposibilita, tanto al maestro para abarcarlo, como al alumno para profundizarlo e interiorizarlo y se descuida con ello el desarrollo de herramientas básicas que posibilitarían al alumno para aprender de manera autónoma. El cambio a la metodología por competencias ha venido a paliar de alguna forma ese torrente de información escolar. Podría decirse que está desempeñando el papel de dosificador y seleccionador de aprendizajes, aunque habría que analizarla con cuidado, ya que parece haber convertido la educación en un medio para alcanzar un fin y no como un fin en sí misma. Si no se equilibran los saberes, con las habilidades básicas y una correcta formación en valores, podríamos afirmar que la educación corre el riesgo de convertirse en “arte servil” en vez de ser “arte liberal”. Es pues necesario revisar y reestructurar el currículum en los diferentes niveles educativos, sobre todo enfatizando en qué es lo que se pretende en cada una de las etapas y no querer enseñarlo todo en la Educación Básica. Hay que seleccionar con cuidado aquellos contenidos que son esenciales, de los que pueden ser diferidos. Hay saberes que son fundamentales, como la lectura, la escritura o el razonamiento lógico-matemático y cuyo dominio favorecerá el aprendizaje de otras disciplinas, por lo que saturar el currículum de contenidos, sólo propiciará un aprendizaje superficial y sin reflexión. De nada servirá tampoco el dominio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC´s) si no se puede seleccionar, entender y procesar todo el cúmulo de información que se opera en la red para convertirlo en conocimiento. Es muy importante establecer un currículum que responda a las nuevas necesidades educativas, a las demandas sociales y laborales y principalmente al tipo de ser humano que se desea formar. Un currículum con menor contenido, pero mejor seleccionado, que pueda ser bien estudiado y trabajado y con el que se logre asimilar e interiorizar el aprendizaje. Un currículum dinámico, que sea revisado y evaluado periódicamente, pero sobre todo un currículum que desarrolle de manera integral al individuo y lo convierta en un hombre libre. Según John Dewey: "El objetivo de la educación debiera ser más bien enseñarnos cómo pensar, que qué pensar, más bien mejorar nuestras mentes, para así permitirnos pensar por nosotros mismos, que llenar nuestra memoria con pensamientos de otros hombres."