Por Mirtha Hernández La UNAM tendrá la Especialización en Medicina Paliativa que formará a médicas y médicos capaces de desarrollar una práctica profesional de alta calidad científica, con profundo sentido humanista y vocación social de servicio, y que integren a su trabajo las actividades de investigación y educación. Con la aprobación del Consejo Universitario del Plan y el Programa, también se modifica el Plan Único de Especializaciones Médicas (PUEM). El Plan de Estudios se impartirá en el sistema escolarizado en la modalidad presencial; su duración será de tres años, en los cuales se deberán cubrir 693 créditos, que corresponden a 12 actividades académicas de carácter obligatorio. La especialización es de “entrada directa” a través de la selección del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas, con título y cédula profesional de la licenciatura de Médico(a) Cirujano(a) o su equivalente. Este nuevo plan de estudios comenzará a impartirse en el Hospital General Manuel Gea González, considerando su relevancia en el campo de conocimiento de la especialización, beneficiándose de su experiencia, así como de sus recursos humanos y materiales. Posteriormente podrá llevarse a cabo en las unidades médicas que cuenten con los requisitos estipulados por la Facultad de Medicina para ser sede de las especializaciones. El Proyecto de Modificación del PUEM refiere que en México hay una brecha muy grande de acceso a la medicina paliativa para la atención de las personas enfermas que se encuentran al final de la vida. Señala que de acuerdo con el Diario Oficial de la Federación (2014) en el país falta infraestructura de servicios del 79 %, hay un desabasto importante de opioides, falta de capacitación para la atención primaria, secundaria y terciaria, a pesar de que se cuenta con una legislación establecida en la materia desde 2009. En el país hay al año unas 468 mil personas con sufrimiento grave relacionado con la salud En ese sentido, el documento remarca que a instituciones de educación superior como la UNAM les corresponde participar en el diseño de planes y programas de estudios, y a las instituciones de salud aportar los escenarios clínicos de diagnóstico, terapéutica y rehabilitación requeridos para la óptima formación de personal especializado. El Proyecto también resalta que nuestra nación tiene que enfrentar la transición demográfica y epidemiológica mediante un cambio en la atención hacia la salud, al tener en cuenta que anualmente hay unas 468,000 personas con sufrimiento grave relacionado con la salud, lo que significa casi 230,000 muertes y 37 % de la mortalidad nacional, según la Comisión Lancet sobre el Acceso Global a los Cuidados Paliativos y el Alivio del Dolor. Es decir, una amplia gama de personas requiere cuidados paliativos: adultos con padecimientos crónicos como enfermedades cardiovasculares (38.5 %), cáncer (34 %), sida (5.7 %) y diabetes (4.6 %). Aunque otras afecciones también pueden requerir asistencia paliativa, por ejemplo la insuficiencia renal, enfermedades hepáticas crónicas, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, artritis reumatoide, enfermedades neurológicas, demencia, anomalías congénitas y tuberculosis resistente a los medicamentos. Estudios realizados en nuestro país por Human Rights Watch coinciden en que el acceso a los servicios de cuidados paliativos es limitado; entre los motivos están las escasas instituciones públicas que los ofrecen. De los 32 estados de la nación siete no tienen ningún tipo de servicio de cuidados paliativos; en cinco sólo existen en la capital de cada estado; únicamente en Ciudad de México y en Durango, Jalisco y Guanajuato se tiene acceso a través del Instituto Nacional de Salud y Bienestar, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Salud y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, con hospitales que cuentan con unidades de cuidados paliativos o de clínicas del dolor. Asimismo, la capacitación para el personal sanitario en dicha disciplina es mínima, pues de las 111 facultades de Medicina que existen, únicamente seis ofertan cursos sobre cuidados paliativos en estudios de pregrado; en dos de ellas son obligatorios. De 19 países de la región, México ocupa el puesto 12 en cuanto a la integración de los cuidados paliativos en los currículos de medicina de pregrado, añade el Proyecto de Modificación del PUEM.