Ginebra, Suiza, agosto 12.- La revolución de la inteligencia artificial sólo ampliará la brecha entre los países de ingresos altos y bajos a menos que se adopten medidas internacionales de cooperación, advierte un nuevo informe de la OIT y la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Tecnología. El informe, titulado Mind the AI Divide: Shaping a Global Perspective on the Future of Work (Cuidado con la brecha de la IA: Dar forma a una perspectiva global sobre el futuro del trabajo), concluyó que la IA está revolucionando las industrias en todo el mundo y ofrece enormes oportunidades de innovación y productividad. Sin embargo, también está exacerbando las desigualdades económicas y sociales debido a las tasas desiguales de inversión, adopción y uso. Esta emergente “brecha de la IA” significa que las naciones de altos ingresos se benefician desproporcionadamente de los avances de la IA, mientras que los países de ingresos bajos y medios, en particular en África, se quedan atrás. El lugar de trabajo es el lugar donde la inteligencia artificial puede generar ganancias de productividad y mejores condiciones laborales. Sin embargo, el acceso desigual a la infraestructura, la tecnología, la educación de calidad y la capacitación podría conducir a una adopción desigual de la inteligencia artificial, lo que, a su vez, profundizaría las desigualdades a nivel mundial. Los países de altos ingresos están bien posicionados para aprovechar la IA para aumentar la productividad, mientras que los países en desarrollo podrían enfrentar cuellos de botella debido a la falta de infraestructura digital. Esta disparidad podría convertir un amortiguador temporal contra los cambios impulsados por la IA en una barrera a largo plazo para la prosperidad económica. Las alianzas globales y las estrategias proactivas para apoyar a las naciones en desarrollo, incluido el acceso a la infraestructura digital, la capacitación y el diálogo social, son requisitos previos necesarios para cerrar la brecha tecnológica y garantizar que la revolución de la IA no deje atrás a porciones significativas de la población mundial. Cada año se gastan más de 300.000 millones de dólares en todo el mundo en tecnología para mejorar la capacidad informática, pero estas inversiones se concentran principalmente en las naciones de mayores ingresos, lo que crea una disparidad en el acceso a la infraestructura y al desarrollo de habilidades que coloca a los países en desarrollo y a sus nuevas empresas locales en grave desventaja. Además, sin industrias tecnológicas nacionales, los trabajadores de los países en desarrollo que tienen las habilidades necesarias las ofrecerán a través de plataformas independientes, creando así empresas en otros países y creando una fuga de cerebros virtual. El informe también señala que las mujeres son las más vulnerables a los efectos de automatización de la IA, en particular en funciones administrativas y de subcontratación de procesos empresariales, como los centros de llamadas, que predominan en las economías en desarrollo. Sin embargo, la investigación sugiere que, si bien la automatización corre el riesgo de desplazar puestos de trabajo, también ofrece potencial para aumentar el empleo, mejorando la calidad y la productividad del trabajo. El informe propone tres pilares de política: fortalecer la cooperación internacional, desarrollar la capacidad nacional y abordar la IA en el mundo del trabajo. Esto incluye: Mejorar la infraestructura digital: los países en desarrollo necesitan una infraestructura digital sólida para apoyar la adopción de la IA, lo que incluye el acceso a la electricidad, la banda ancha y las tecnologías de comunicación modernas. Promoción de la transferencia de tecnología: los países de altos ingresos deberían ayudar a transferir tecnologías y conocimientos de IA a las naciones en desarrollo, fomentando un entorno colaborativo para el avance tecnológico. Desarrollo de habilidades en IA: la inversión en educación y capacitación es crucial para dotar a la fuerza laboral de las habilidades necesarias en IA. Esto permitirá a los trabajadores adaptarse a los cambios impulsados por la IA y beneficiarse de ellos. Fomentar el diálogo social: la integración efectiva de la IA en los lugares de trabajo requiere diálogo social para garantizar que los avances tecnológicos respeten los derechos de los trabajadores y mejoren la calidad del empleo. El informe "Mind the AI Divide" también insta a los responsables políticos, los líderes de la industria y las organizaciones internacionales a trabajar juntos para dar forma a un futuro justo e inclusivo impulsado por la IA.