La Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer de manera oficial el cambio para el periodo de las vacaciones de verano para los estudiantes de Educación Básica de acuerdo con el nuevo calendario correspondiente al ciclo escolar 2025-2026. Esta modificación contempla una semana extra de vacaciones para alumnos y maestros, como parte de una iniciativa orientada a reconocer el trabajo docente y promover un mayor equilibrio entre las responsabilidades laborales y el tiempo de descanso. Con este ajuste, el número de días efectivos de clase para estudiantes pasará de 190 a 185 días. Para el personal docente, el calendario se ajustará de 195 a 190 días laborables, conservando las jornadas destinadas a actividades de capacitación, evaluación y cierre administrativo. El calendario escolar actual contempla periodos específicos de receso durante invierno y Semana Santa, así como días de suspensión por fechas conmemorativas. La semana extra de descanso se sumará al calendario de verano, lo que implica una extensión del periodo vacacional de fin de curso. Aunque a primera vista parece bien la implementación, la realidad es que abundan los puentes y días muertos que con el paso del tiempo afectan la calidad de la educación ya de por sí muy baja. Cabe recordar que de acuerdo con el informe diagnóstico del Derecho a la Educación del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) la educación en México tiene varias complicaciones: es insuficiente, desigual y su calidad es incierta debido a las carencias en medición e información. Estas características se profundizan entre más alto sea el nivel escolar y varían dependiendo de la región geográfica. Al final de cuentas todos los caminos llevan al mismo lado, los pésimos niveles salariales. Si a los maestros les pagan como debe de ser, ellos podrán disfrutar muy a gusto de su periodo vacacional, pero como siempre, el populismo va por delante.