De la UNAM, primer estudio de paleogenómica realizado totalmente en México

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Por Hugo Maguey El primer estudio de paleogenómica realizado completamente en México fue hecho en la Universidad por investigadores de la UNAM. Se publicó el 12 de mayo de 2023 en la prestigiosa revista Science (https://bit.ly/45835Dh) y se titula Historia demográfica y estructura genética en el México central prehispánico (Demographic history and genetic structure in pre-Hispanic Central Mexico). En entrevista, María C. Ávila-Arcos, coautora de la publicación, señala que se trató de un trabajo que llevó mucho tiempo y esfuerzo. “Empezamos a procesar las primeras muestras en el laboratorio en 2017 y se publicó este mayo. Podemos hablar de seis años de trabajo de la estudiante de doctorado. Algo de muchísimo valor es que pudimos hacer un proyecto de paleogenómica humana en México desde el principio hasta el final. Se habían hecho estudios paleogenómicos con muestras de México, pero en el extranjero. Esto implicaba que muestras arqueológicas muy valiosas salieran al exterior para ser estudiadas, sin un impacto real en el ámbito local. Quizá el logro más valioso es demostrar que podemos hacer esta investigación en México, y no necesitamos que se lleven los restos arqueológicos a otro país”. La paleogenómica se dedica a rastrear el ADN de nuestros ancestros. Es una rama de la paleogenética, una ciencia reciente que busca reconstituir el genoma de los hombres prehistóricos para contribuir a la investigación de las sociedades actuales, en este caso para entender la biología de los antepasados. Hay que resaltar que en 2022 el Nobel de Medicina se le otorgó al investigador sueco especialista en paleogenómica Svante Pääbo, quien, entre otros aportes, descubrió que compartimos cerca del 2 por ciento de genes con el hombre de Neandertal. Una de las grandes complicaciones en los estudios paleogenéticos es lograr recolectar suficiente material genético para completar los trabajos. Los investigadores iniciaron en 2017, año en que se inauguró el Laboratorio de Paleogenómica Humana en el Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la ENES Juriquilla. “La primera autora de la publicación es la estudiante de doctorado Viridiana Villa Islas –comenta Ávila-Arcos–. Ella arrancó con el proyecto cuyo objetivo fue recuperar ADN de restos arqueológicos de diversas partes de México. Sabíamos que era un reto quizá no recuperar suficiente material, pero tuvimos suerte porque en el sitio arqueológico de Toluquilla, en colaboración con Elizabeth Pérez Mejía, quien es arqueóloga, tuvimos acceso a varias muestras de individuos. Creemos que por la altura de este sitio y el ambiente relativamente estable a lo largo del año, tuvimos éxito en la recuperación del ADN de varios individuos. También tuvimos acceso a otras muestras de otros sitios en Michoacán. Estudiamos muchas muestras y sólo de algunas de ellas recuperamos suficiente ADN. Fue útil para poder armar nuestra historia, que es la que escribimos en el artículo publicado en Science.” El estudio concluye que “los genomas antiguos revelaron una conservación de la estructura genética en México en los últimos 1,400 años y la continuidad de la población en la frontera norte de Mesoamérica a pesar de las severas sequías de hace 1,100 años. Es probable que la economía basada en la minería permitiera a la población subsistir en su tierra natal durante este periodo de cambio climático cuando la frontera entre Aridoamérica y Mesoamérica se desplazó hacia el sur. La identificación de una nueva ascendencia genética fantasma, junto con la observada en la antigua Sierra Tarahumara y la actual Mixe, revela una compleja historia poblacional en el Pleistoceno tardío en las Américas. La recuperación y el estudio de genomas antiguos de México, realizados de manera ética, pueden ayudar a llenar vacíos importantes en nuestra comprensión de la historia profunda de la población de las Américas”. Ávila-Arcos señala que el Laboratorio Internacional para Investigación del Genoma Humano fue de gran apoyo para la construcción del Laboratorio de Paleogenómica. “Estos estudios se realizan en laboratorios especializados con muchas medidas para proteger que las muestras no se contaminen. Sin ese espacio no hubiéramos podido hacer el trabajo”. La primera imagen panorámica de la estructura genética de antiguos pobladores de lo que hoy son estados como Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Chihuahua, fue posible gracias a avanzados procesos paleogenómicos que permitieron extraer y analizar moléculas de Ácido Desoxirribonucleico (ADN), de antiguos restos humanos, de 12 núcleos celulares y 27 mitocondrias, rescatados por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Las muestras biológicas procedían de ocho sitios arqueológicos prehispánicos, entre los que se encuentran Ranas y Toluquilla, en la Sierra Gorda de Querétaro; Cañada de la Virgen, en San Miguel de Allende, Guanajuato; diferentes lugares de Michoacán y también de la Sierra Tarhumara, en Chihuahua.