El Día Mundial de la Pesca es celebrado cada 21 de noviembre desde 1998, con el fin de homenajear a las comunidades pesqueras de todo el planeta, y también resaltar la relevancia que tienen las actividades de pesca para la vida humana, promoviendo una pesca sustentable, sostenible y ecosistemas marinos sanos. En 1998 se creo esta celebración con el propósito de proteger la pesca sostenible, como pieza clave para el éxito de los Objetivos Mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Entre los complicados obstáculos a superar relacionados con este día mundial se encuentran las prácticas perjudiciales que atentan contra los océanos tales como: sobrepesca prácticas de pesca no reguladas y destructivas gestión no adecuada de los desechos Cada año, más de 100 millones de toneladas de pescado son consumidas por la población mundial, lo que equivale a una cuarta parte de la proteína alimentaria a nivel mundial. La progresiva contaminación de los océanos y las costas generada por la escorrentía y las actividades hogareñas e industriales que se realizan en las regiones próximas han impactado en las desaparición de las poblaciones de peces, forzando a los pescadores a pescar en áreas distantes de sus zonas tradicionales. Por otro lado, la realización de labores de sobrepesca, arrastre de fondo y otros procedimientos de pesca ilegales ha ocasionado la obligación de anteponer las prácticas pesqueras sostenibles, con el objetivo de consolidar el sustento de las comunidades que dependen de la pesca, la alimentación de la población mundial y el bienestar de los océanos.