El individuo como el principal actor internacional

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Montse Portilla analiza las relaciones internacionales desde la perspectiva austriaca, una escuela de pensamiento vinculada al liberalismo clásico y la economía austriaca. La diferencia de las teorías tradicionales de las relaciones internacionales que se enfocan en los estados o actores colectivos (como organizaciones internacionales), el individuo debe considerarse el actor primordial en la arena internacional. Este enfoque se basa en los principios del individualismo metodológico, que es central en la teoría austriaca de la economía, donde todas las acciones y decisiones que influyen en los sistemas internacionales deben analizarse desde el nivel de los individuos. Explora la capacidad de los individuos para influir en la política global, argumentando que las decisiones individuales, especialmente en ámbitos como la economía, el comercio y la diplomacia, son cruciales para entender el funcionamiento del sistema internacional. De este modo, la autora rechaza el colectivismo estatal, proponiendo que las dinámicas internacionales se entienden mejor como interacciones entre individuos que buscan maximizar su bienestar. Montse Portilla también aborda cómo las instituciones internacionales y los actores no estatales pueden verse como extensiones de las acciones individuales, en lugar de entidades autónomas. Con esta perspectiva, subraya la importancia de la libertad individual y el mercado libre como elementos clave en la paz y la cooperación internacional. Las relaciones internacionales, donde el individuo, en lugar de los estados o las entidades colectivas, se sitúa en el centro del análisis.