Tijuana, Baja California, octubre 29.- La incertidumbre económica y migratoria en Estados Unidos ha empezado a reflejarse en una reducción de las remesas enviadas a México, lo que afecta directamente a millones de familias que dependen de estos recursos. La caída en los envíos se atribuye a menores ingresos entre trabajadores indocumentados, quienes han reducido sus jornadas laborales ante el nerviosismo y las políticas de deportación, temiendo salir a trabajar. Ismael Plascencia López, economista e investigador de Cetys Universidad, señaló que los migrantes están siendo más cautelosos con su dinero ante el clima de inestabilidad en el país vecino. Esta disminución en la actividad laboral ha provocado un menor flujo de dólares hacia México y otros países dependientes de las remesas. Aunque hasta ahora los efectos no son severos, la tendencia descendente podría generar repercusiones importantes si se mantiene a lo largo del tiempo. El especialista recordó que las remesas constituyen la segunda fuente de ingresos más importante para México, solo por detrás del petróleo, por lo que cualquier variación significativa impacta directamente en la economía nacional y en la estabilidad financiera de miles de hogares. Plascencia López añadió que, pese a la tensión económica internacional, México mantiene cierto atractivo para la inversión gracias a aranceles menos adversos que en otros países, lo que ha amortiguado parcialmente el efecto de la caída en los envíos de remesas. El economista advirtió que, aunque el incremento de remesas suele interpretarse como un signo de fortaleza económica, en realidad refleja la falta de oportunidades en el país y la dependencia de millones de mexicanos que han tenido que emigrar para sostener la economía nacional.