En todos los estudios que han analizado la relación entre la salud, la esperanza de vida y factores socioeconómicos, existe una tendencia clara: a mayor nivel socioeconómico, mejor salud y mayor longevidad. Esta relación se conoce como “gradiente social en la salud”. Comprender en qué medida la educación, la ocupación laboral y los ingresos afectan a nuestro bienestar físico y longevidad y cómo interactúan entre sí es importante, pero también complejo. ¿Sabemos realmente en qué medida y cómo influyen todas nuestras circunstancias socioeconómicas en nuestro comportamiento y estilo de vida? Muchos de los estudios sobre el gradiente socioeconómico relacionados con la salud emplean indistintamente estos determinantes. Pero no son lo mismo: la educación, la clase social, la privación material y los ingresos influyen de manera diferenciada en nuestro estilo de vida y, por lo tanto, en nuestra salud. La importancia de distinguir bien estos factores reside en su naturaleza e impacto particular . Los ingresos reflejan los recursos materiales para la salud , mientras que la clase social (que se mide según la ocupación laboral) refleja no sólo la capacidad económica, sino la posición de la persona en la jerarquía social. Ambos están relacionados con agentes como los recursos materiales, la disponibilidad de tiempo libre y el entorno laboral, y pueden variar a lo largo de la vida . La educación es el factor más estable. El nivel educativo es un determinante especialmente importante. Además de brindar oportunidades laborales, permite estar mejor informado, mejora el pensamiento crítico y aumenta la predisposición a confiar en la ciencia y el asesoramiento médico . Destaca entre todos los factores socioeconómicos por dos razones principales: es un aspecto en el que podemos influir directamente y se caracteriza por su estabilidad. No solamente influye en los ingresos y el tipo de trabajo, sino que, en ciertas situaciones, también puede impulsar la movilidad social. Esto sucede especialmente en países con sistemas educativos públicos gratuitos y accesibles para todos los niveles, brindando una sensación de capacidad y autonomía a toda la población. Gradiente social, conductas y estilo de vida. Algunas conductas aumentan el riesgo de morir por la enfermedad cardiovascular, el cáncer, la diabetes o las enfermedades respiratorias. Sabemos que el tabaco es responsable de más de 7,2 millones de muertes al año en todo el mundo, mientras que la inactividad física, una alimentación deficiente o el consumo de alcohol provocan alrededor de 1,6, 4,1 y 3,3. millones de muertes anuales, respectivamente . Estas conductas se suelen agregar unas a otras, y el efecto adverso de su combinación es peor e incrementa la prevalencia de las principales causas de muerte, como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares . En la población española existe un gradiente social en el estilo de vida: las personas con dificultades socioeconómicas tienen mayor número de conductas nocivas para la salud . La población con un buen nivel educativo muestra hábitos más saludables, con independencia de su clase social . Esto es: las personas que tienen un buen nivel educativo, aunque estén desempleadas o tengan bajos ingresos, tienen mejor estilo de vida. Así, la educación corrige el efecto de la clase social sobre la salud: tener un buen nivel educativo se relaciona con perfiles de comportamiento donde la combinación de las conductas negativas para la salud es menos probable, incluso en personas de clase social baja .