monedas más antiguas de Atenas revelan un comercio de plata antiguo y extendido

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Antes de que Atenas adoptara la primera forma de gobierno democrático del mundo, estaba gobernada por el tirano Pisístrato en el siglo VI a. C. Este político griego, con buenas conexiones, había sido exiliado de la ciudad en numerosas ocasiones, pero finalmente amasó el poder (y el dinero, en forma de plata) necesario para formar un ejército, regresar y tomar el control. Los historiadores se han preguntado cómo el exiliado Pisístrato logró establecer operaciones mineras de plata, dado que tribus locales hostiles controlaban la región y sus minas. Un nuevo análisis de las monedas de plata atenienses más antiguas, publicado recientemente en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, sugiere una respuesta: lo externalizó. Los investigadores analizaron 22 monedas antiguas, conocidas como wappenmünzen (mostradas arriba), que se conservan en el Museo Numismático de Atenas y el Museo Británico. Además de plata, las monedas contienen una mezcla de otros elementos, como cobre, zinc, oro y plomo. Frotaron estas piezas sobre tiras de papel para obtener unos pocos microgramos de los metales y, a continuación, emplearon una técnica de análisis químico conocida como cromatografía de gases (espectrometría de masas) para medir la proporción y la abundancia de diferentes isótopos de plomo en la muestra. El plomo extraído de diferentes lugares del mundo presenta diferentes firmas isotópicas que reflejan dichas ubicaciones. Los investigadores compararon las firmas de las monedas con las conocidas a partir de una base de datos de isótopos de plomo, lo que les permitió determinar con precisión la procedencia del material. Los autores concluyen que Pisístrato debió haber aprovechado conexiones internacionales para acuñar monedas, ya que los metales que contenían probablemente provenían de minas en España y el sur de Francia, en el Mediterráneo occidental y en países balcánicos como Turquía, Rumanía y Bulgaria. Esto sugiere que, en esa época, estas regiones estaban más interconectadas a través del comercio de lo que se creía, señalan los autores. (Science).