Nuevas formas de enseñar economía

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Por Joris Tieleman y Sam de Muijnck La educación es algo curioso. Debería preparar a la próxima generación para afrontar los desafíos futuros. Y, sin embargo, en general es un reflejo de nuestra visión actual del mundo, con algún retraso inevitable incluido. Como dos jóvenes economistas de los Países Bajos, crecimos en un mundo de progreso económico fiable. Nuestra educación reflejaba eso: un conjunto de herramientas técnicas para modificar y optimizar los mecanismos del mercado. Nuestros profesores no sentían la necesidad de cuestionar o siquiera mencionar las instituciones y normas que hacían que estos mercados funcionaran, de enseñarnos mecanismos no mercantiles, de describir sectores económicos reales o de analizar los fundamentos ecológicos de nuestra sociedad y economía. Ese sistema aparentemente estable está llegando rápidamente a sus límites. La desigualdad está aumentando, nuestro sector financiero está inflado y el colapso ecológico se vislumbra en el horizonte. Si nuestra generación y las que nos sucedan van a seguir prosperando en este planeta, la próxima generación de economistas necesitará una educación fundamentalmente diferente. Los programas actuales enseñan a los estudiantes un conjunto limitado de habilidades, orientado a formar graduados capaces de modelar cuantitativamente la dinámica del mercado basándose en el paradigma neoclásico. Esas habilidades tienen su utilidad, pero como estos programas son teóricamente limitados y se centran en las matemáticas, dejan de lado muchos de los elementos centrales que dan forma a nuestra economía y dejan preguntas clave sin formular ni responder. Lo que necesitamos son programas que, paso a paso, introduzcan a los estudiantes en el sistema económico en su conjunto y en las distintas formas de entenderlo. Basándonos en una década de trabajo del movimiento estudiantil Rethinking Economics y con el aporte de unos 150 profesores de todo el campo, hemos creado un conjunto de herramientas para diseñar dichos programas : Estudios de Economía . Tres principios básicos sustentan nuestras sugerencias. En primer lugar, un pluralismo de enfoques teóricos y metodológicos. En segundo lugar, un conocimiento básico de la economía del mundo real. En tercer lugar, una comprensión clara del papel de los valores en la economía. En este artículo, le invitamos a que nos acompañe a recorrer sus elementos básicos e imagine un programa de economía muy diferente. Estudios económicos: una guía para repensar la educación económica Cualquier buen programa de estudios comienza por definir su contenido y su relevancia. Por eso, hay que preguntarse: ¿qué es la economía? ¿Qué distingue a su disciplina, la economía, de otras ciencias sociales que se centran en la sociedad, la política, la cultura, etc.? A continuación, muestre por qué es importante la economía. Las actividades económicas son fundamentales y están entrelazadas con muchas otras actividades humanas, ya sea poner comida en la mesa, brindar atención médica, asegurar un techo, luchar en una guerra, administrar un sistema educativo, organizar una salida social para un club de fútbol o simplemente tomar un café. Todas estas actividades tienen lugar en el contexto de sistemas económicos más amplios. Son estos sistemas los que debemos comprender si queremos garantizar la satisfacción continua de las necesidades humanas básicas. Mundo real: haz cosas concretas A continuación, haga que las cosas sean concretas al fundamentar el programa en el mundo real. Presente a los estudiantes la economía que los rodea: muéstreles los principales sectores económicos de su país, las instituciones centrales y la distribución de la riqueza. Pero también permítales experimentar la economía de primera mano en su propia vida diaria, identificando con qué formas de organización económica interactúan y explorando su propia posición en el mundo a través de plataformas como Dollar Street . Sumérgete con ellos en la historia, en el pensamiento económico y en la economía real. La evolución de las economías a lo largo de la historia es un campo fascinante y motivador, lleno de dramatismo y acción. También es muy relevante para cualquiera que intente comprender la economía actual: la historia puede proporcionar una gran perspectiva sobre cómo funcionan los procesos económicos, cómo se ha llegado al statu quo actual y cómo se podría cambiar. Una buena comprensión del pasado también puede ayudarnos a mirar con más claridad hacia el futuro. Los economistas han afirmado, en repetidas ocasiones, haber resuelto los problemas económicos del pasado, como los auges y las caídas. Sin embargo, la historia reciente nos ha demostrado que esto está lejos de la verdad. Muchos de los problemas clave de nuestro tiempo (la inestabilidad financiera, las guerras comerciales, la desigualdad económica) no son nuevos en absoluto. Enséñeles a inspirarse en episodios pasados, a aprender a evitar viejos errores y a abordar los problemas que enfrentará su generación. Pluralismo: mostrar todo el ecosistema económico Esbocemos el sistema actual con más detalle. Las economías son como ecosistemas. ¿Qué tipos de organizaciones contienen las nuestras y cómo interactúan? Hogares, multinacionales de producción y extracción, sindicatos, organizaciones en red, empresas familiares, estados nacionales y sus diversas agencias, pequeñas empresas, cooperativas. ¿Cuáles de estas son las especies clave que mantienen unido todo el tejido? Muestre a través de qué mecanismos funcionan y se conectan estas organizaciones: comercio de mercado, jerarquía, reciprocidad y otras tradiciones. Esboce también cómo funcionan estos sistemas a mayor escala, incluidos sus aspectos políticos. El capitalismo actual de Canadá es un ecosistema muy diferente del sistema político-económico chino, que a su vez difiere enormemente de, por ejemplo, la integración de mecanismos de mercado y organización gubernamental en Cuba. Para captar esa diversidad se requiere un enfoque diferente de los métodos de investigación. Me viene a la mente el modelo en forma de T: una amplia base de métodos cualitativos y cuantitativos para que los estudiantes sepan qué hay disponible. A partir de esa base, pueden elegir en qué especializarse. También exige un enfoque pluralista de la teoría. Como ilustra la famosa historia de los ciegos y el elefante , es difícil comprender algo si sólo se puede "ver" desde una perspectiva. Este pluralismo teórico es quizás el mayor desafío de nuestra propuesta. Como docente, ya presionado por el tiempo, ¿cómo puede uno orientarse entre más de diez escuelas de pensamiento en pugna y juzgar cuáles aportan realmente las ideas centrales sobre cada tema? Para ayudar con esto, hemos creado una descripción general de las especialidades de cada escuela. Valores: ¿Qué tipo de economía queremos? Nuestra generación necesita economistas prácticos y orientados al futuro. Por eso, no se queden en la teoría: enseñen a sus estudiantes cómo abordar un problema del mundo real. Y no sólo pasar de un conjunto de datos a una conclusión estadística, sino de un problema concreto a una solución concreta. Por ejemplo, en nuestro propio país hay una creciente pobreza impulsada por la deuda, que incluye el aislamiento social y la falta de vivienda. En un estudio de caso sobre este fenómeno, los estudiantes podrían entrevistar a actores clave y esbozar el campo, buscar datos relevantes, explorar varios enfoques sistémicos de la pobreza impulsada por la deuda en otros países y evaluarlos mediante entrevistas y una evaluación estadística básica. De problemas concretos a soluciones concretas. Por último, necesitamos economistas que puedan abordar abiertamente los valores. ¿Qué funciona en nuestros sistemas económicos actuales y qué no? ¿Qué valores subyacen a estos juicios y cómo se incorporan estos valores a las herramientas analíticas que utilizamos? Pensemos en ideas como el "mercado perfecto", la "explotación" o un análisis de "costo-beneficio": ¿qué es exactamente lo que estos términos abarcan y qué es lo que ignoran? Miremos también más allá de nuestras herramientas analíticas actuales: ¿qué visiones económicas existen, como la economía del bienestar, la economía circular, y cómo se relacionan con el mundo real? No se debe adoctrinar a los estudiantes en un conjunto de valores político-económicos, ni se deben esconder estas cuestiones bajo la alfombra académica, como sucede actualmente. Más bien, los estudiantes deben aprender a comparar y contrastar diversas perspectivas. ¿Cómo encaja todo esto en un programa? Un primer paso es centrarse en las ideas e intuiciones clave que sustentan los modelos enseñados, en lugar de en sus tecnicismos. Como enseñar a los estudiantes a reproducir y trabajar con modelos matemáticos suele ocupar gran parte del tiempo de clase, esto daría a los profesores la oportunidad de dedicar más tiempo al conocimiento práctico, la relevancia, las instituciones y la historia. Hacer que el cambio suceda Nuestro libro, disponible gratuitamente a través de acceso abierto y licencias Creative Commons , no es una polémica en favor de nuevos enfoques, ni un programa de estudio ni un libro de texto. Es un conjunto de herramientas de construcción. El programa descrito anteriormente se compone de diez bloques de construcción, que podrían combinarse en una amplia variedad de configuraciones. No creemos en "un programa para gobernarlos a todos". Nuestro mundo es demasiado complejo para que lo entienda eficazmente un solo tipo de economista: requiere pluralismo dentro de los programas y entre ellos. Este cambio es una tarea abrumadora. Afortunadamente, el cambio ya está ocurriendo. En cuanto a empezar desde el mundo real: el uso del excelente nuevo libro de texto CORE The Economy está creciendo exponencialmente. En nuestra propia ciudad, Ámsterdam, los profesores de la Vrije Universiteit están utilizando nuestro conjunto de herramientas para diseñar un nuevo programa de licenciatura llamado Humane Economics. En todo el mundo, los grupos de Rethinking Economics están ganando terreno entre su facultad. Durante la mayor parte de su historia, hasta la Segunda Guerra Mundial, nuestra disciplina fue pluralista y orientada al mundo real, con atención a la política y los valores subyacentes a nuestros sistemas económicos. A pesar del creciente poder monopólico del pensamiento neoclásico, esa diversidad sigue viva y coleando en el mundo heterodoxo, principalmente fuera de los departamentos de economía tradicionales. Nuevos enfoques, como la economía ecológica y la economía feminista, están madurando. Ahora es el momento de reunir todas estas perspectivas y rehacer la diversidad de nuestra disciplina para enfrentar los desafíos del siglo XXI .