Primeros resultados del Registro Mexicano de Hipertensión Arterial

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Por María Nayeli Ortega Villegas En México existe alta prevalencia de hipertensión no controlada relacionada a elevada carga de comorbilidades cardiometabólicas en adultos, concluyó un estudio publicado en American Journal of Hypertension por el Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial México (GREHTA), que subraya la necesidad urgente de intervenciones específicas para reducir la carga de la enfermedad.[1] Los autores mencionaron que este estudio "provee los primeros conocimientos sobre características y prevalencia de hipertensión controlada y no controlada, así como factores de riesgo en la población mexicana, los cuales pueden guiar iniciativas de salud pública, informar campañas educativas y promover colaboraciones en investigación". La hipertensión arterial es un problema de salud significativo en todo el mundo, que afecta a más de 1,3 mil millones de personas y se prevé que su prevalencia incremente, particularmente en países de ingresos medios y bajos, incluida Latinoamérica. En México la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 reveló que más de 25 millones de personas viven con presión alta, posicionándola como una de las principales causas de mortalidad en los últimos años, situación que se exacerbó con la pandemia de COVID-19.[2] Un registro nacional de hipertensión Este trabajo es la primera publicación del Registro de Hipertensión Arterial de México (RIHTA), que tiene como objetivo evaluar la prevalencia de la hipertensión controlada y no controlada, así como estimar la prevalencia de factores de riesgo cardiometabólicos entre los adultos con esta afección, proporcionando conocimiento integral sobre la hipertensión arterial mediante la recopilación detallada de información que incluye datos demográficos, características clínicas, resultados de laboratorio y perfiles de tratamiento. RIHTA fue diseñado como un registro prospectivo cuyos datos fueron colectados para esta primera publicación entre diciembre de 2021 y abril de 2023 por medio de un formato electrónico. El Dr. Luis Rey García, coordinador de investigación en salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y uno de los autores del trabajo, compartió los retos que involucró la coordinación de un registro nacional de esta magnitud: "El reto más importante fue la implementación del registro en gran número de entidades médicas, desde la generación de la logística hasta la resolución en tiempo real de diversas dudas que surgieron al momento de capturar, lo cual al final se logró y rebasamos la meta planteada, llegando aproximadamente a 6.000 pacientes". La Dra. Silvia Palomo, miembro del Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial México y primera autora del trabajo, añadió que se encontraron desafíos desde el diseño del registro: "Detrás de la operación siempre hay una planeación que requiere mucho tiempo, consenso, revisión de la literatura y argumentación al seleccionar las variables que se quieren registrar; por otro lado, conseguir el financiamiento para la plataforma fue otro asunto crítico, pues el nuestro es un grupo de médicos interesados en la hipertensión, sin fines de lucro".

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Se incluyeron adultos diagnosticados con hipertensión arterial definida al cumplir alguno de los siguientes criterios: 1) presión sistólica o diastólica mayor a 140 mm Hg, o 2) diagnóstico previo de hipertensión de acuerdo a las guías de la Liga Mundial de Hipertensión y a la Norma Oficial Mexicana NOM-030-SSA2-1999. Se recolectaron variables sociodemográficas, de evaluación clínica, psicométricas, antropométricas, síntomas relacionados a hipertensión, tratamiento y valores de presión arterial y bioquímicos. Se obtuvo la participación de 5.590 voluntarios con dominancia femenina de 61% y edad promedio de 64 años, 94% de estos reconocía que vivía con hipertensión arterial y de acuerdo a la guía ACC/AHA 2017 más de la mitad (59,9%) no la mantenía controlada. Resultados sorprendentes y múltiples comorbilidades Los autores señalaron que se sorprendieron al notar las grandes variaciones que se generaban en los resultados al usar las definiciones con diferentes guías: "Encontramos que el control hipertensivo varía muchísimo dependiendo de la definición que se elija. De acuerdo a los datos que obtuvimos, con las guías americanas aproximadamente 60% de los pacientes tenía hipertensión descontrolada, mientras que con las guías europeas más o menos 20% tiene este descontrol, lo que genera gran variación en los reportes hechos en México", declaró el Dr. Neftalí Antonio, investigador en Ciencias Médicas en el Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", y otro autor del estudio. La comorbilidad más frecuente fue la diabetes, presente en 39% de los participantes, seguida de hábito de fumar (16%) y enfermedad cardiovascular previa (6,3%). Los síntomas relacionados a la hipertensión más frecuentes fueron dolor de cabeza (30%), mareo (20%) y edema (14%). Con respecto al esquema de tratamiento, la mayoría de los participantes (37,9%) estaba bajo tratamiento monoterapéutico, mientras que más de un tercio en terapia doble y 11,1% en terapia triple. La mayoría (60,8%) combinaba tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, mientras que un tercio de estos (33,9%) solo llevaba tratamiento farmacológico y 4,4% seguía tratamientos no farmacológicos. En cuanto a los fármacos más utilizados se reportaron los antagonistas de los receptores de angiotensina (62,3%), seguidos de las tiazidas (32,8%), los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (24,9%) y los bloqueantes de los canales de calcio (22,04%). Evidencia mexicana Dr. Raúl Camacho El Dr. Raúl Camacho, cardiólogo adscrito a la Unidad Coronaria y Clínica de Insuficiencia cardiaca avanzada del Hospital General de México, quien no participó en la investigación, comentó que la importancia del trabajo radica en que provee evidencia adaptada a la población de México. "No es el único tema en cardiología donde nos encontramos ante la falta de evidencia adaptada a nuestra población, especialmente en una comorbilidad tan prevalente como la hipertensión. Poder conocer nuestra población, sus características y sobre todo, con qué otras enfermedades se asocia, hace que dicho registro cobre relevancia, ya que nos permitirá adaptar las medidas farmacológicas y no farmacológicas y hacer énfasis en el control de otras comorbilidades", puntualizó. El experto resaltó la importancia de la continuidad en este tipo de estudios y la colaboración de mayor cantidad de médicos para la adquisición de datos. "Será necesario dar continuidad para ver cómo cambian en el tiempo, qué tendencias se van mejorando o qué factores se pueden aportar para lograr una población más controlada. En cuanto al resto de la población médica, cardiólogos, especialistas en medicina interna y quienes tengan contacto con la medicina de primer nivel, deberán registrar los datos, pasar a formar parte de este tipo de iniciativas para enriquecer los resultados y hacer los estudios del mundo real", agregó. Los autores afirmaron que la intención del registro es mantener el seguimiento a la cohorte. "RIHTA se creó con la intención de establecer un estudio inicialmente a cinco años, donde vamos a ir monitorizando el comportamiento de los factores de riesgo cardiometabólicos y el pronóstico o el desenlace final de los pacientes, además de supervisar las acciones del médico del primer nivel de atención ante la toma de decisiones con relación al tratamiento y qué tanto se detectan las comorbilidades que acompañan a este paciente a lo largo de su atención médica. Conocer la realidad de los datos nos permitirá aportar al país una información fidedigna para la toma de decisiones", concluyó la Dra. Palomo. Los autores y el Dr. Camacho han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.