Por Gabriel Lavao El Español Ochenta años después de su publicación original y setenta y cinco tras la muerte de George Orwell (India, 1903), Rebelión en la granja sigue siendo un espejo incómodo. La novela que convirtió al escritor británico en un adjetivo —orwelliano— regresa en una edición conmemorativa de Destino, con nueva traducción de Javier Calvo y un prólogo firmado por el escritor Jesús Carrasco. Un volumen que no solo revisita la mordaz sátira política concebida en 1945, sino que la coloca, de nuevo, frente a un lector contemporáneo que reconoce en sus páginas signos demasiado familiares. Orwell escribió la historia como una fábula sencilla, protagonizada por animales que se rebelan contra el señor Jones, propietario de la Granja Solariega. Al principio, todo es promesa: igualdad, trabajo común, un futuro sin tiranos. Pero, poco a poco, los cerdos —más listos, más astutos— asumen el liderazgo y moldean la verdad a su conveniencia. El miedo sustituye a la esperanza y la revolución acaba pareciéndose demasiado al régimen que pretendía destruir. La frase más célebre del libro, "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros", ha sobrevivido a décadas y fronteras como un aforismo que sintetiza la corrupción del poder. Traducida a más de sesenta idiomas y considerada por Time Magazine como una de las mejores novelas de todos los tiempos, la obra ha vendido millones de ejemplares y forma parte de esa breve lista de títulos que, cada vez que reaparecen, parecen escritos para el presente. The Modern Library la incluyó entre las 100 mejores novelas del siglo XX, y The New York Times la definió como "una fábula sabia, compasiva e iluminadora para nuestros tiempos". El propio Antonio Muñoz Molina ha recordado que "casi antes que nadie, Orwell comprendió que la corrupción de las palabras es un síntoma y a la vez la causa de la corrupción del pensamiento". Para Jesús Carrasco, autor del prólogo, esa vigencia se explica porque Rebelión en la granja "nos habla sobre el poder, algo inherente a la condición humana. El libro muestra cómo ese uso del poder deviene en autoritarismo y, finalmente, en totalitarismo, una forma de gobierno que, aunque demostradamente atroz, empieza de nuevo a ser bien vista por muchos". El escritor recuerda haberla leído por primera vez a los dieciséis o diecisiete años, "de forma recreativa". Con el tiempo, las sucesivas relecturas le han revelado su verdadera dimensión: "Ahora tengo una experiencia de la vida y un conocimiento de la historia que entonces no tenía. Cada vez soy más consciente de la fragilidad de nuestras sociedades". Ochenta años después de su publicación original y setenta y cinco tras la muerte de George Orwell (India, 1903), Rebelión en la granja sigue siendo un espejo incómodo. La novela que convirtió al escritor británico en un adjetivo —orwelliano— regresa en una edición conmemorativa de Destino, con nueva traducción de Javier Calvo y un prólogo firmado por el escritor Jesús Carrasco. Un volumen que no solo revisita la mordaz sátira política concebida en 1945, sino que la coloca, de nuevo, frente a un lector contemporáneo que reconoce en sus páginas signos demasiado familiares. Los medios de extinción se emplean a fondo en Ourense Orwell escribió la historia como una fábula sencilla, protagonizada por animales que se rebelan contra el señor Jones, propietario de la Granja Solariega. Al principio, todo es promesa: igualdad, trabajo común, un futuro sin tiranos. Pero, poco a poco, los cerdos —más listos, más astutos— asumen el liderazgo y moldean la verdad a su conveniencia. El miedo sustituye a la esperanza y la revolución acaba pareciéndose demasiado al régimen que pretendía destruir. La frase más célebre del libro, "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros", ha sobrevivido a décadas y fronteras como un aforismo que sintetiza la corrupción del poder. El fundador de Amazon, Jeff Bezos, recomienda: 5 libros para transformar tu vida El fundador de Amazon, Jeff Bezos, recomienda: 5 libros para transformar tu vida El ex presidente y CEO de Amazon, Jeff Bezos, comparte los cinco libros que, según él, pueden cambiar tu vida. Blinkist Rhinestone Bikini Body Chain Tassel Gemstone Halter Bra Chains Crystal Beach Rave Body Accessories Jewelry for Women and Girls Get latest price now Alibaba Excursión a Pompeya y Sorrento Civitatis MX George Orwell vuelve desde '1984' para volver a sembrar el pánico en el presente George Orwell vuelve desde '1984' para sembrar el pánico en el presente Traducida a más de sesenta idiomas y considerada por Time Magazine como una de las mejores novelas de todos los tiempos, la obra ha vendido millones de ejemplares y forma parte de esa breve lista de títulos que, cada vez que reaparecen, parecen escritos para el presente. The Modern Library la incluyó entre las 100 mejores novelas del siglo XX, y The New York Times la definió como "una fábula sabia, compasiva e iluminadora para nuestros tiempos". El propio Antonio Muñoz Molina ha recordado que "casi antes que nadie, Orwell comprendió que la corrupción de las palabras es un síntoma y a la vez la causa de la corrupción del pensamiento". George Orwell durante un programa de radio de la BBC en 1941. Foto: Flickr George Orwell durante un programa de radio de la BBC en 1941. Foto: Flickr Para Jesús Carrasco, autor del prólogo, esa vigencia se explica porque Rebelión en la granja "nos habla sobre el poder, algo inherente a la condición humana. El libro muestra cómo ese uso del poder deviene en autoritarismo y, finalmente, en totalitarismo, una forma de gobierno que, aunque demostradamente atroz, empieza de nuevo a ser bien vista por muchos". El escritor recuerda haberla leído por primera vez a los dieciséis o diecisiete años, "de forma recreativa". Con el tiempo, las sucesivas relecturas le han revelado su verdadera dimensión: "Ahora tengo una experiencia de la vida y un conocimiento de la historia que entonces no tenía. Cada vez soy más consciente de la fragilidad de nuestras sociedades". George Orwell. Diseño: Rubén Vique George Orwell, totalmente antitotalitario: contra el estalinismo, el fascismo... y las democracias postizas Aunque se lee a menudo como una crítica directa al estalinismo, Carrasco insiste en que la novela señala algo más amplio y atemporal: la toxicidad del poder, especialmente en clave masculina, y su capacidad de condicionar la vida de todos, desde la decisión sobre pesticidas tomada en Bruselas hasta el capricho de un líder político en la otra punta del mundo. De ahí que el ascenso de figuras como Donald Trump le parezca uno de los signos más inquietantes de nuestro tiempo, no tanto por lo que puedan hacer en sus países, sino por el "modelo regresivo y oscuro" que representan para otros líderes. Orwell contra Franco Orwell sabía de traiciones y decepciones políticas. Vino a España a luchar contra el fascismo en la guerra civil y acabó huyendo del estalinismo, convencido de que sus propios aliados habían traicionado los ideales que decían defender. Esa experiencia, sumada a sus años como policía imperial en Birmania, le convirtió en un autor políticamente incómodo incluso para los suyos. "Siendo un socialista declarado —explica Carrasco—, ha sido leído desde opciones políticas de todo el arco ideológico". Esa transversalidad se debe, en parte, a su capacidad para contar verdades complejas con una claridad casi pedagógica. La elección de la fábula no fue casual: "Orwell quería escribir algo que pudiera leer un público amplio. Hoy los índices de alfabetización son mejores que en 1945, pero nuestra capacidad de atención parece más débil. La forma fabulada ayudó y ayuda a entender mejor el fondo del texto". En una época de saturación de discursos y mensajes, Rebelión en la granja funciona, en palabras de Carrasco, "como recordatorio del modo cíclico en el que la Historia se comporta". La gestación del libro tampoco estuvo libre de obstáculos. Orwell tuvo que enfrentarse a la censura y al rechazo de varios editores británicos temerosos de publicar una sátira que señalaba directamente a Stalin, aliado del Reino Unido en plena Segunda Guerra Mundial. Finalmente vio la luz en agosto de 1945, pocas semanas después de la rendición de Japón y el final del conflicto. Su éxito fue inmediato, pero también su capacidad de incomodar. Desde entonces, ha sido prohibida en distintos países y en diferentes momentos históricos, algo que solo ha reforzado su aura de obra desasosegante y necesaria. La nueva edición no solo celebra el aniversario, sino que coincide con el proyecto de adaptación cinematográfica que prepara Netflix bajo la dirección de Andy Serkis (Inglaterra, 1964). Serkis adaptó recientemente El libro de la selva en una versión de acción real, lo que lo convierte en un candidato más que apto para lidiar de nuevo con otro zafarrancho en un rancho. Orwell, cuyo verdadero nombre era Eric Arthur Blair, no dejó de incomodar a los poderosos. Desde Sin blanca en París y Londres hasta 1984, su obra denunció la manipulación política, el control de la información y las formas, siempre mutantes, de la opresión. A lo largo de su vida —y en especial en Rebelión en la granja— dejó claro que el totalitarismo no se combate solo con ideología, sino con vigilancia constante frente a la corrupción del lenguaje y del pensamiento. En pantalla o en papel, la historia de los animales que se liberan para acabar sometidos a un nuevo amo sigue planteando una pregunta incómoda: ¿por qué las revoluciones tienden a repetirse como parodias de sí mismas?