Reseña: Knowmads, los trabajadores del futuro

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LID Editorial, 2020 El avance de la tecnología y del mundo digital exigen que las personas y las organizaciones desarrollen una mentalidad nómada, flexible y líquida para enfrentar los cambios y solventar la dinámica laboral del futuro. Para ello, se requiere una actitud de colaboración y responsabilidad personal, así como un talento que aproveche los nuevos dispositivos y modos virtuales de trabajar. En este libro de Raquel Roca, experta en transformación digital y marca personal, se hallarán las claves para desarrollar una “mentalidad knowmad” acorde a las relaciones y modos de trabajo por venir. Ideas fundamentales Las megatendencias globales, generadas por el avance tecnológico, marcarán el rumbo de los trabajadores del futuro. El desarrollo de software permite el acceso al conocimiento y dinamiza la rutina de la actual sociedad líquida y los trabajadores nómadas. La gestión del cambio requiere desarrollar una mentalidad knowmad que convierta a las personas en trabajadores flexibles. Las empresas del futuro están abiertas al cambio, mejoran continuamente, tienen mentalidad líquida y estructuras flexibles. Los knowmads son trabajadores del conocimiento y la innovación que actúan de manera flexible y creativa usando nuevas tecnologías. La mentalidad knowmad permite a las personas enfrentar el cambio y resolver los problemas de los nuevos tiempos. Una marca personal proyecta las características, habilidades y conocimientos en los que destaca una persona. Los trabajos del futuro se enfocarán en la educación, la salud, el conocimiento, la inteligencia emocional y el mundo digital. El futuro laboral requiere una reinvención educativa que desarrolle las habilidades del trabajador knowmad para enfrentar un mundo digital cambiante. Resumen Las megatendencias globales, generadas por el avance tecnológico, marcarán el rumbo de los trabajadores del futuro. Las nuevas tecnologías han modificado la manera de trabajar y las personas tienen otras perspectivas, intereses y modelos laborales, los cuales se ligan con la inteligencia emocional, la virtualización del mundo y una conciencia humanista. “La movilidad, la flexibilidad, la globalización o trabajo por proyecto o colaboración, conceptos cien por cien nómadas, son ahora y, más aún en el futuro, valores en alza”. El surgimiento de los trabajadores del futuro va de la mano con tres megatendencias actuales: Globalización e hiperconectividad – Este proceso se radicalizó en 2020 y hará que la mayor parte de la población mundial se conecte para acceder al conocimiento y procesos de aprendizaje. Tercera ola de virtualización laboral – El mundo estará conectado, lo que implica que quien quiera acceder al conocimiento, vender un producto y su fuerza de trabajo, debe hacerlo desde cualquier parte. Nuevo capital humano – Las personas que sobrepueblan los países emergentes serán las protagonistas de la arena laboral, pues en los países ricos habrá un envejecimiento de su población. Esto es una aproximación al mundo y la dinámica laboral que se avecinan y los procesos humanos generados debido al desarrollo tecnológico. Para enfrentar estas circunstancias se requieren personas alertas al cambio, capacitadas mentalmente y con una actitud de proactividad. Son los trabajadores del futuro, los empleados nómadas del conocimiento, llamados knowmads. El desarrollo de software permite el acceso al conocimiento y dinamiza la rutina de los trabajadores nómadas. La sociedad industrial legó a la humanidad organizaciones laborales jerárquicas, dirigidas e integradas por personas con mentalidades rígidas y enfocadas en permanecer para toda la vida en un solo lugar. El desarrollo del software dio paso a una sociedad de la información y a un paradigma laboral líquido donde los trabajadores son flexibles, se mueven de sitio, trabajan por proyectos o contratos temporales y tienen una actitud colaborativa. Se trata del arribo del “trabajo nómada” que da valor al conocimiento y a las ideas. “Es decir, que solo habrá personas trabajando donde no hay algoritmos (máquinas, programas, robots) que puedan hacerlo mejor. El conocimiento y, por lo tanto, los knowmads, los trabajadores del conocimiento, tendrán menos riesgo de ser sustituidos”. Empleados y empleadores deben capacitarse para gestionar el cambio. Los trabajadores deberán reorganizarse, reinventar sus capacidades y habilidades y actualizarse en el uso de software y el acceso al conocimiento y aprendizajes. Las empresas tendrán más rentabilidad si abogan por un tipo de trabajador ágil e innovador y convierten su estructura organizativa en un sitio colaborativo, de participación horizontal entre iguales, ofreciendo satisfacción emocional, bienestar económico y libertad laboral. La gestión del cambio requiere desarrollar una mentalidad knowmad que convierta a las personas en trabajadores flexibles.

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Lo único seguro de la dinámica laboral actual y futura es que los empleos ya no duran toda la vida y las nuevas generaciones deben prepararse para aceptar y enfrentar el cambio. La mentalidad knowmad prepara a las personas para ser trabajadores flexibles que construyen entornos laborales más justos y sanos. Para adaptarse a una nueva realidad hay que modificar los pensamientos y tomar decisiones diferentes que conlleven a vivir nuevas experiencias y nuevas emociones. Las personas deben tener un plan de acción, que contempla las siguientes cuestiones: Consciencia – El futuro ya está aquí y las personas deben aceptar que están sumergidas en él. Conocimiento – Adquirir las ideas y la sabiduría para saber cómo evolucionan los procesos colectivos. Capacitación – Cada persona debe hacerse de las herramientas necesarias para resolver problemas. Optimismo – El futuro no es una crisis, sino un lugar moldeable por el conocimiento e ideas humanas. Los cambios deben enfrentarse sin miedo, pues al controlar y poseer las habilidades requeridas se solventan acontecimientos inesperados. La transformación es un proceso a mediano y largo plazos y el tiempo de vida de cada persona es suficiente para conquistar los sueños profesionales. Los líderes que transforman son aquellos que inspiran y hacen crecer a los demás, practican la gestión horizontal y son eficientes con entornos laborales complejos. Las empresas, como centros de operaciones, son lugares de trabajo abiertos, que adoptan la tecnología y crean entornos creativos, libres y productivos. Encarar el cambio, el futuro y la incertidumbre desde una mirada nómada se logra desarrollando habilidades útiles para lo que viene. Las empresas del futuro están abiertas al cambio, mejoran continuamente, tienen mentalidad líquida y estructuras flexibles. La dinámica del trabajo del futuro cambiará a las personas y, a su vez, a las empresas que deberán reinventarse para aprovechar la tecnología y facilitar la resolución de problemas. Una herramienta es implementar un “social business plan”, que conlleva adoptar el trabajo virtual, escuchar activamente a los demás y trabajar de forma colaborativa. Las empresas deben desarrollar procesos sociales horizontales de trabajo en equipo y gestión de la información, el llamado Internet de las cosas, que recopila, transforma y aplica lo que muestran los datos. Algunas organizaciones ya actúan así actualmente. “Es prioritario para la empresa tener en cuenta temas como la innovación, la transparencia, la gestión en tiempo real, la eficiencia en los procesos, implementación del social business (la evolución de lo social dentro de la empresa), la omnicanalidad o narrativa transmedia, la gestión de la reputación, la creación de una adecuada identidad de marca, el trabajo en red (networking)”. La “mentalidad de la abundancia” diseña el futuro laboral, pues con ella se gestiona un sistema, se resuelven problemas de forma abierta y colaborativa y se actúa desde un ecosistema digital, creando así una cultura social productiva y positiva. Son espacios laborales donde se innova en la estructura organizativa para elevar la calidad laboral y potenciar las ideas, el talento y la energía de los empleados, poniéndolos en el centro y valorando su presencia y capacidades para retenerlos satisfaciendo sus intereses y bienestar. El cambio de mentalidad dará resultados si los liderazgos confían en los otros y ceden el control y la responsabilidad, además de calificar a los empleados por el logro de objetivos y no por horas de trabajo, pasando de una organización piramidal y vertical a una empresa de redes donde todos colaboran horizontalmente y comparten tareas y responsabilidades. Son lugares de trabajo del futuro más humanizados, flexibles, comunales y transparentes. Los knowmads son trabajadores del conocimiento y la innovación que actúan de manera flexible y creativa usando nuevas tecnologías. El knowmad es un tipo de trabajador que tiene una mentalidad, una manera de vivir y de trabajar completamente nómada, enfocado en el conocimiento, la creatividad, la capacidad de síntesis y la resolución de problemas. Tiene la capacidad de colaborar con cualquier persona, en cualquier momento y desde cualquier lugar. Intercambia información e ideas, además de que se adapta al trabajo virtual y al presencial, y siempre está conectado. Se hace responsable de sí mismo y sabe cómo sacarle el mejor rendimiento a la nueva tecnología, expandiendo el conocimiento en red y, aunque es talentoso, sabe que el aprendizaje es un proceso permanente. Existe un “pasaporte de habilidades” con las características del trabajador “nómada del conocimiento”, entre las que destacan: Edad indeterminada – Ser un “trabajador del futuro” no tiene que ver con la edad, sino con el talento, los conocimientos y el aprendizaje de cada persona. Creatividad – Los retos por venir exigen personas inventivas, intuitivas, imaginativas y con la capacidad de producir y buscarse la vida por sí mismas. Experto digital – El knowmad es capaz de usar eficientemente cualquier nueva tecnología, en particular la virtual y la digital. Información – El trabajador del futuro es capaz de transformar cualquier dato y compartirle al mundo sus hallazgos. Creación de redes – Este trabajador siempre está conectado con los demás, pues su mundo es una aglomeración de otros mundos, organizaciones y redes de trabajo. El “nómada del conocimiento” prioriza su bienestar, cuida de su tiempo, no entiende de límites físicos ni virtuales y su herramienta de trabajo es un aparato móvil. Conoce que el futuro, la era del conocimiento y la virtualidad ya rigen el presente, como lo señala el “Manifiesto 15”, donde la educación se transforma, pues lo que importan son las personas, el aprendizaje es horizontal y se desarrollan habilidades digitales construyendo redes y culturas desde la confianza. Un líder también puede ser knowmad si delega responsabilidades, es flexible en la manera de trabajar y mezcla la productividad con la felicidad laboral. La mentalidad knowmad permite a las personas enfrentar el cambio y resolver los problemas de los nuevos tiempos. Adoptar una mentalidad knowmad, que aumentará el potencial de empleo, consiste en desarrollar actitudes de flexibilidad, preparación a los cambios y respuesta a las nuevas necesidades. Este proceso empieza con una actualización en el uso de las herramientas digitales y aprender sobre áreas interesantes para tener una ventaja competitiva. Una manera de lograrlo es aplicando un “entorno personal de aprendizaje”, que consiste en herramientas y servicios para adquirir nuevos conocimientos y habilidades. “La mentalidad nómada rompe el concepto de ‘lo mío es mío’ por el compartir desde la generosidad. Si yo aprendo algo nuevo, lo comparto. Si encuentro algo de interés, lo digo. Si alguien me pide consejo, ayudo. Si tengo una nueva idea, no me la guardo, la cuento en voz alta. A cambio, surgirán personas a mi alrededor dispuestas a ayudarme a mejorar mi idea e incluso a hacerlas realidad”. El aprendizaje nos puede convertir en “curadores de contenido”, que consiste en buscar, organizar y utilizar información relevante. Esto cumplirá con las exigencias de las empresas del futuro al priorizar que sus empleados tengan “habilidades blandas” más que títulos y diplomas, como son las capacidades comunicativas, para forjar relaciones humanas, las habilidades polivalentes y la asunción del cambio.

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Para lograrlo, se puede recurrir a la “técnica de las palomitas de maíz”, pues se prueba un grano y no se deja de comer hasta que se acaban. Es decir, dar el primer paso hacia un cambio de mentalidad y desencadenar la acción hasta cumplir con el objetivo. El test de Myers Briggs es de utilidad, pues se investigan los puntos de atención y generación de energía de cada persona, cómo se evalúa la información y la toma de decisiones. Además vale la pena tener un plan B, otra opción laboral, si el lugar donde se trabaja no da la satisfacción necesaria, no se practica la escucha activa atendiendo a los demás ni se desarrollan la autoconciencia y la autogestión. Una marca personal proyecta las características, habilidades y conocimientos en los que destaca una persona. Una marca personal es útil para mostrar lo que cada persona es, su talento, el conocimiento adquirido, lo que hace y las cuestiones profesionales y cotidianas que le interesan. El paradigma actual exige que la marca personal tenga presencia en la red digital, desde donde se puede obtener un mejor trabajo, se diferencia del resto de los profesionales y se dialoga con colegas. Una marca personal digital es una herramienta para postularse, competir, diferenciarse, actuar y plantear proyectos influyendo en otras personas. Los beneficios que se logran con una marca personal son la posibilidad de comunicar las características de talento y habilidad de cada persona, lo cual se convierte en una organización que debe ser difundida, para después dejar huella o recuerdos en los demás y destacar como un producto o servicio de calidad. Siempre hay que pensar desde lo utilitario de la marca personal, que consiste en navegar con fluidez en la red, ofrecer antes de pedir, trabajar con cariño y constancia y pensar en las personas que la verán o consumirán. Los trabajos del futuro se enfocarán en la educación, la salud, el conocimiento, la inteligencia emocional y el mundo digital. El futuro del trabajo está en profesiones aún no inventadas, las que nacerán o ya existen desde la especialización digital. Son trabajos que no podrán sustituir los robots ni la inteligencia artificial, pues estarán enfocados en el conocimiento, las emociones y las ideas. Los trabajadores jóvenes se ven como emprendedores, trabajando de manera independiente o en lugares que les den bienestar y felicidad emocional. Son decenas de nuevas profesiones relacionadas con la tecnología, la comunicación, la salud, la psicología, la ingeniería ambiental y las finanzas, las cuales servirán para volver a equipar a las ya existentes y se mezclarán entre ellas con el mismo fin: resolver problemas, necesidades y demandas humanas. Entre las “neoprofesiones” que ya revolucionan el mundo están digital manager, encargado de las estrategias digitales; digital project manager, responsable de los proyectos digitales; content manager, desarrollador de contenidos digitales, y community manager, gestor de contenidos en línea. El futuro laboral requiere una reinvención educativa que desarrolle las habilidades del trabajador knowmad para enfrentar un mundo digital cambiante. Los retos sociales parecen complicados de solventar, pero un modelo educativo que desarrolle habilidades y características del “trabajador knowmad” hará más fácil esta transición hacia una era del conocimiento y la digitalidad. Esto también aplica para el mundo y las reglas laborales, pues las nuevas generaciones buscan un modelo de “flexiseguridad”, es decir, trabajos que den seguridad económica y emocional mediante contratos innovadores, flexibles, basados en la confianza y el cumplimiento de objetivos. “Una de las habilidades clave del nómada es su capacidad para conectar conocimientos (porque sabe que al compartirlos se enriquecen) y a generar redes de alto valor”. La robotización tampoco es algo negativo, ya que impulsa la productividad y el crecimiento económico y hace aumentar el trabajo calificado. Cambiar de óptica y deshacerse de prejuicios capacitará a las organizaciones para que gestionen equipos virtuales eficientes. Ya no es necesario estar las 24 horas de los siete días de la semana trabajando: la “vida knowmad” implica saber gestionar el tiempo de trabajo y de libertad. El trabajador del futuro sabe que es vital crear espacios de confianza donde se generen redes de voces, acciones e ideas colectivas para incrementar la productividad y el porvenir sea mejor. Sobre la autora Raquel Roca es licenciada en Periodismo por la UCM y fundadora de la academia digital Silver Academy. Como consultora empresarial, se especializa en transformación digital y futuro del trabajo.