Por Michel Olguín Lacunza Desarrollar nuevas formas de entender el Universo, estudiar planetas en detalle y llevar la vida a la Luna o a Marte eventualmente nos permitirá transportar vida desde la Tierra hacia el exterior, dijo Miguel Alcubierre Moya, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. Añadió que es riesgoso que toda la población resida en un solo planeta; si ocurriera una catástrofe, todos estaríamos en peligro. En cambio, si los seres humanos habitáramos en más de un planeta, la posibilidad de extinción de la vida humana se reduciría significativamente. “Expandirnos al espacio es la única forma de asegurar la supervivencia de la humanidad y de la vida terrestre a largo plazo”, subrayó el físico teórico de la UNAM. Aplicaciones de la tecnología espacial en la vida diaria Frente a quienes cuestionan la inversión en tecnología espacial, argumentando, por ejemplo, por qué buscar agua en otro planeta cuando hay comunidades en la Tierra que carecen de acceso a ella, Alcubierre argumentó que todo avance tecnológico tiene aplicaciones prácticas en nuestra vida cotidiana. Mencionó el GPS como un ejemplo destacado, una herramienta nacida de la carrera espacial para la localización de naves, y que ahora es ampliamente utilizada por gran parte de la población mundial. Además, resaltó que es innegable el impacto positivo del desarrollo tecnológico en áreas como la medicina. El impulso humano hacia la exploración Desde tiempos antiguos, ha habido quienes se cuestionan la necesidad de explorar y expandirse. ¿Por qué abandonar la comodidad de la selva o cruzar ríos y mares? Alcubierre retoma estas preguntas y plantea: si la humanidad hubiera seguido esos consejos, ¿dónde estaríamos ahora? Hace aproximadamente 70 mil años, los seres humanos emigraron desde África, su lugar de origen. Parece que la exploración es una tendencia inherente a nuestra especie, y por ello es fundamental continuar desarrollando tecnología que apoye esta búsqueda intrínseca. Misiones espaciales en México La UNAM ha sido pionera en la exploración espacial en México. Una prueba de ello es “Colmena”, la primera misión de exploración lunar del país. Este proyecto, encabezado por el investigador Gustavo Medina Tanco del Instituto de Ciencias Nucleares, tiene como objetivo enviar cinco micro-robots autónomos a la Luna. Una vez allí, estos robots, trabajando en enjambres auto-organizados, se dedicarán a construir estructuras sobre la superficie lunar. Miguel Alcubierre destacó que, aunque México no posee los recursos tecnológicos de agencias como la NASA, el país ha logrado avances significativos en el campo de la electrónica. México tiene el potencial de contribuir al desarrollo de las telecomunicaciones espaciales, representando una valiosa oportunidad para la investigación nacional. Ideas destacadas Miguel Alcubierre Moya, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, destaca la necesidad de comprender el universo y estudiar otros planetas para eventualmente transportar la vida terrestre al espacio, garantizando así la supervivencia de la humanidad ante posibles catástrofes en la Tierra. A pesar de las críticas a la inversión en tecnología espacial, Alcubierre resalta que muchos avances en este ámbito tienen aplicaciones directas en la vida cotidiana, como el GPS, que se originó en la carrera espacial y hoy es usado masivamente por la población global. Alcubierre reflexiona sobre el impulso innato de los seres humanos por explorar y expandirse, citando como ejemplo la migración desde África hace 70 mil años y enfatiza la importancia de seguir desarrollando tecnología que respalde este impulso exploratorio. La UNAM ha liderado proyectos en el ámbito espacial en México, como “Colmena”, su primera misión lunar, en la que se enviarán micro-robots para construir estructuras en la Luna, demostrando el compromiso y capacidad innovadora de la universidad en este sector. Aunque México no cuenta con la infraestructura de grandes agencias espaciales, el país ha tenido logros notables en electrónica y posee un potencial considerable para aportar al desarrollo de telecomunicaciones para el espacio, abriendo oportunidades para la investigación científica nacional.