Buen día a todos. Gracias por la oportunidad de comunicarme con ustedes, especialmente quienes han visitado y utilizado los recursos del proyecto de las Herramientas para Desaprender y Aprender. Dedicamos esta comentario al arquitecto Eduardo Basurto, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, sobre todo considerando el enfoque del proyecto que actualmente lleva a cabo, sobre la importancia de fortalecer la capacidad de aprender a aprender en la formación de los arquitectos. Ciertamente su búsqueda será muy útil para muchos otros procesos formativos, y no solamente en el ámbito de la educación. Desde el siglo XVII, y probablemente antes en Grecia, se nombraba autodidacta "la persona que se enseña a sí misma". Hoy se habla de "aprender a aprender", básicamente lo que realmente hace un autodidacta. El tiempo cambia los nombres y el contexto de las cosas, pero no necesariamente su esencia. Desde el contexto actual del conocimiento y la información, hay ventajas que provienen de fortalecer nuestra capacidad autodidacta, como por ejemplo: - Ayudarnos a transitar de la dependencia a la colaboración en la relación padres-hijos, profesores-alumnos (o sus similares). - Avanzar en la capacidad de enfocar, controlar y hacernos responsables de nuestro proceso de aprender. Estimular nuestra creatividad, sentido de exploración, anticipación y experimentación . - Fortalecer la capacidad de evaluar lo que aprendemos, así como su vigencia, las razones y la manera en que lo aprendemos. - Crear un mejor vínculo entre lo que aprendemos y lo que realmente nos interesa, no solamente por requerimientos, sino fundamentalmente por el gusto de aprender, que enlaza razón, disciplina y emoción. - La creencia, arraigada desde la infancia, de que la prioridad en la escuela es aprobar materias, en lugar de aprender. - La inercia de sistemas educativos que privilegian la enseñanza sobre el aprendizaje y la memorización, sustituyendo calidad por cantidad y desestimando las experiencias y contexto de los alumnos. - El desbalance creciente entre la cantidad información y la calidad que le proporciona el sentido crítico y la emoción de aprender de errores y aciertos por igual. - La falta de modelos y referentes que promuevan la formación de actitudes, hábitos y habilidades para el autoaprendizaje, fomentando la curiosidad y el aprendizaje autónomo. En suma... No tengo duda de que varias de las herramientas para desaprender y aprender, pueden ayudarnos de manera sustancial a desarrollar nuestra capacidad de aprender a aprender, es decir, ser autodidactas. Pero quizás la que pudiera identificar como una de las más importantes, a reserva de la opinión de ustedes, es la herramienta de conocerse a sí mismo, tal vez porque es el verdadero punto de partida para identificar lo que necesitamos mantener o, alternativamente, cambiar, en el significado y maneras de aprender. Para quienes tengan interés en profundizar sobre este importante tema, hay una abundante bibliografía, como por ejemplo, las novelas de Jean-Paul Sartre (1938), La Nausea, y de Gregorio Morales (1982), El autodicacto. Entre los autores provenientes del mundo de la investigación y la práctica, están, por ejemplo: Carré, P. (2005). L'autoformation. PUF (Presses Universitaires de France); Freire, P. (1970), Pedagogía del oprimido; Jarvis, P. (2004). Adult Education and Lifelong Learning: Theory and Practice. Routledge; Dweck, C. S. (2006). Mindset: The New Psychology of Success; Carr, N. (2010). The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains; Zimmerman, B. J. (2002). Becoming a self-regulated learner: An overview. Theory into Practice. Finalmente, conviene destacar los nombres de algunos centros de investigación dedicados al tema de la formación autodidacta y los procesos de aprender a aprender: Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje Permanente (Hamburgo, Alemania); Centre for Research in Lifelong Learning (CRLL) (University, Glasgow, Escocia, Reino Unido); International Society for Self-Directed Learning (ISSDL) (Florida, Estados Unidos).