¿Es posible que durante una crisis suban los precios? Puede parecer raro, pero sí. Cuando hablamos de inflación, por norma general este aumento generalizado de los precios suele estar provocado por el incremento de la demanda y la escasez de oferta. Es decir, al crecer la economía la gente demanda más y la escasez de oferta hace que suban los precios. Por tanto, si nos encontramos en una crisis o recesión económica, es complicado que el precio de los productos y servicios se encarezca. Complicado sí, pero no imposible. En algunas crisis se puede dar que la economía de un país o región entre en recesión a la vez que los precios de los productos, en vez de bajar, suban. En caso de que esto ocurra estaríamos hablando de estanflación. Hoy en nuestro blog os vamos a explicar este término, sus causas y los efectos que puede provocar en las economías afectadas. ¿Qué consecuencias tiene la estanflación para la economía de un país? Para empezar, expliquemos un poco en qué consiste este fenómeno. Si queremos hacer una definición de estanflación, nos referiríamos a cuando una economía que encuentra su crecimiento estancado sufre altos niveles de inflación. Es más, el término estanflación no es más que la combinación de las palabras estancamiento (o recesión) e inflación. Por tanto, conviene diferenciar bien a la estanflación de otros términos como hiperinflación (aumento desorbitado de los precios) o deflación (caída precipitada de los precios). ¿Qué supone la estanflación entonces? Pues una de las peores situaciones económicas que se pueden dar, ya que a los problemas derivados de una recesión tales como el desempleo y caída del consumo al perder poder adquisitivo, se le une el incremento de los precios de forma generalizada, ahondando todavía más en esa pérdida sufrida por las familias. Así pues, la aparición de este escenario también pone en relevancia que la relación inversa entre desempleo e inflación de la curva de Phillips no es aplicable a todos los casos. Esta teoría dice que, a menor desempleo, mayor inflación, ya que si aumenta la demanda de bienes y servicios las empresas tendrán que aumentar su producción y, en consecuencia, contratar más trabajadores. Por tanto, podemos afirmar que la estanflación puede provocar graves consecuencias para la economía de un país. Ahora bien, ¿cómo se puede llegar a dar esta situación en una economía? Recuerda, cuando hablamos de inflación nos referimos a la subida generalizada de los precios de una economía. Como consecuencia, el dinero tiene menos valor y las personas pierden poder adquisitivo, ya que la misma cantidad de dinero puede comprar menos bienes o servicios. Causas de la estanflación La estanflación suele ser una situación que se da principalmente en las economías mixtas, debido a que en ellas existen mecanismos institucionales que distorsionan el comportamiento del mercado y provocan que la economía reaccione de forma distinta a la teoría. Alguna de estas medidas puede ser el subsidio por desempleo o la segmentación del mercado laboral. Además, el problema de esta situación es que es muy difícil de atajar, ya que pone a los responsables de los gobiernos y sus políticas monetarias en una tesitura en la que la posible solución a un problema empeoraría el otro. Pero mejor lo explicamos con unos ejemplos: Empecemos con la inflación. Este problema se ha atajado a lo largo de la historia con medidas restrictivas como la subida de los tipos de interés o una mayor presión fiscal. Eso tiene como contrapartida un descenso del crecimiento económico que, ya de por sí, aumentaría la recesión. Pero vayamos al otro lado de la situación, que consistiría en impulsar el crecimiento económico. La forma común de revitalizar la economía desde políticas monetarias o fiscales es a través de incentivar el consumo justo con medidas opuestas a las anteriores como bajadas de tipos, menor presión fiscal sobre las empresas… Podríamos ver la estanflación como una balanza, en la que si quitamos peso sobre el problema de la inflación, agravamos el crecimiento económico y viceversa. Ejemplos de la historia de estanflación Si echamos la vista atrás podemos ver que el primer ejemplo de estanflación y el más relevante fue hace menos de 50 años, durante la crisis del petróleo de 1973. Esta crisis comenzó cuando la OPEP (Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo) decidió dejar de exportar petróleo a Estados Unidos y otro conjunto de países de Europa occidental. Esto provocó un aumento extraordinario del precio del petróleo y, en consecuencia, de los costes de producción que terminaron llegando a los productos de consumo. Este aumento de precios repentino se tradujo en una caída del consumo, que derivó en recortes de producción y finalmente en el aumento de desempleo. Por tanto, aquí también comprobamos que la estanflación no viene solo derivada del funcionamiento de una economía mixta y de cómo esta distorsiona los mercados. En este caso, se debió a una crisis sobre la oferta de un producto importante para el funcionamiento de la economía (el petróleo), que desestabilizó el crecimiento económico al incrementar los costes de producción.