Hablemos sobre el monopolio

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Por Paula Nicole Roldán El monopolio es una estructura de mercado en donde existe un único oferente de un cierto bien o servicio, es decir, una sola empresa domina todo el mercado de oferta. Cuando existe monopolio en un mercado, solo hay una empresa capaz de ofrecer un producto o servicio que no cuenta con sustitutos cercanos. De esta forma, los consumidores que desean adquirir el bien sólo pueden acudir al monopolista y deberán aceptar las condiciones que este impone. Por otro lado, un monopolio comercial es una situación en donde sólo una organización controla todo el comercio con otro país o área geográfica. No obstante, cabe destacar que existen diferentes tipos de monopolio y su significado es muy amplio, por lo que procedemos a desarrollarlo a continuación. Comentaremos sus características, el análisis gráfico, así como sus causas e ineficiencias. Características del monopolio En lo que sigue nos centraremos en las principales características del monopolio: Un único producto/vendedor. Los consumidores se encuentran con un único producto que además es ofrecido por sólo un vendedor. De esta forma, no tienen otras alternativas entre las que elegir. El producto o vendedor pueden influir (y suele hacerlo) sobre el precio y cantidad de mercado. Esto se produce ya que no existe competencia en el mercado, por lo que la empresa oferente puede actuar sobre el precio en función de sus intereses. No existen bienes sustitutivos. En este caso, el consumidor no puede elegir un bien sustitutivo que le reste poder de mercado a la empresa monopolística. Las barreras de entrada son muy grandes y pueden ser de varios tipos. Cuando otras empresas intentan acceder a un mercado en situación de monopolio se encuentran con multitud de impedimentos. Este tipo de impedimentos pueden ser gubernamentales, economías de escala o de la propia empresa que domina el mercado, entre otros muchos. Cabe destacar que las barreras de entrada son principalmente de tipo legal, tecnológico o relativas a recursos naturales. De otro lado, no debemos confundir las economías de escala con una característica de los monopolios. Puede que gracias a las economías de escala se origine un monopolio, pero un monopolio no necesariamente posee economías de escala. Elección óptima en el monopolio Una empresa monopolista sabe que no enfrenta competidores por lo que puede influir directamente el precio y cantidad de mercado. Se dice entonces que el monopolista tiene poder de mercado, el que suele utilizar para aumentar los precios y reducir la cantidad producida de modo de obtener mayores utilidades. No obstante lo anterior, el poder del monopolio tiene un límite, este es la demanda, cualquiera que sea el precio que quiera poner, solo podrá vender lo que las personas están dispuestas a comprar a ese precio. De esta forma, si el precio que pone es muy alto, venderá pocas unidades mientras que si es bajo, venderá más unidades. La elección óptima del monopolista consiste en maximizar sus beneficios, Esto es, la diferencia entre sus ingresos y costos de venta: Máx: P*Q – C*Q Donde P= precio, Q=cantidad y C=costos unitarios La condición para la elección óptima es la misma que en el caso de competencia perfecta, esto significa que el ingreso marginal debe igualarse al costo marginal (IM=CM). En caso contrario, el monopolista podría aumentar sus beneficios modificando la cantidad que produce. Ahora, existe una importante diferencia entre la optimización del monopolio y de competencia perfecta. En el primer caso, el ingreso marginal es igual al precio de mercado, el que toma como dado. En el caso del monopolio en cambio, la empresa debe decidir qué cantidad (o precio) poner en el mercado considerando los efectos sobre las utilidades. La situación es la siguiente, si el monopolista aumenta la cantidad producida obtendrá mayores beneficios por mayores ventas, no obstante, también caerá el precio y esto reducirá los beneficios de todas las unidades vendidas. En el gráfico 1 podemos ver el punto de maximización de beneficios del monopolista.

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Como vemos, el monopolio maximiza sus utilidades cuando la curva de Costo Marginal (CM) intersecta a la de Ingreso Marginal (IM). Las ganancias que obtiene son los ingresos obtenidos (P*Q) menos los costos (por eso tomamos el punto de la curva de Costo Medio CMe). Ineficiencia causada por el monopolio Cuando existe un monopolio, la cantidad producida es menor y el precio es mayor que en el caso de competencia perfecta. Lo anterior beneficia directamente al monopolista que tiene más utilidades pero perjudica a los consumidores. No obstante esto no es suficiente para afirmar que el monopolio es ineficiente, ya que por ahora sólo hablamos de un traspaso de beneficios y valorar esto puede ser subjetivo (¿Qué es mejor que las empresas o los consumidores estén en una mejor posición?). Sin embargo, efectivamente existe una pérdida de eficiencia del monopolio que es completamente objetiva. Cuando el monopolista produce una cantidad inferior a la de competencia perfecta, existen varios niveles de producción en donde hay individuos dispuestos a pagar por una unidad más de lo que le cuesta al monopolio producirla. De esta forma, si el monopolista pudiera vender unidades adicionales sin bajar el precio de las unidades que anteriormente vendía, existiría la posibilidad de mejora en el sentido de Pareto, esto es, aumentar el bienestar de alguna persona sin que se perjudique a otras. En el gráfico 2 podemos ver la pérdida de eficiencia causada por el monopolio. El área de color naranja es la pérdida de bienestar causada por el monopolio ya que deja de producir unidades cuyo costo es menor a lo que están dispuestos a pagar un conjunto de consumidores. Causas del monopolio Algunos factores que pueden explicar la existencia de un monopolio son los siguientes: Control de un recurso o factor productivo. Cuando una empresa o gobierno desea tener el control absoluto de un recurso o un determinado factor productivo hace uso del monopolio. De esta forma se asegura el poder sobre la materia en cuestión. Existencia de economías de escala. Cuando existen economías de escala inalcanzables para cualquier otra empresa en un período de tiempo prudencial, se genera una barrera de entrada que deja en solitario a la empresa que ofrece los servicios o productos de ese nicho de mercado. Superioridad tecnológica. El factor de I+D+i también juega un papel fundamental a la hora de la creación de un monopolio. Cuando una empresa logra una superioridad tecnológica muy grande respecto al resto de competidores, consigue ir eliminado al resto de empresas del sector. Regulación (por ejemplo patentes o barreras a la entrada por regulación). En el caso de los gobiernos, existen ciertas normativas que impiden la entrada de nuevas empresas a un determinado mercado. Un ejemplo de este tipo de regulación es el caso de España con el mercado de los trenes. A pesar de que ya se encuentra liberalizado, ha estado muchos años operando únicamente la empresa RENFE. Leyes antimonopolio La mayoría de los países modernos cuenta con leyes anti-monopolio, esto es, con leyes que buscan prevenir la existencia de monopolios y sancionar conductas anticompetitivas de parte de las empresas. Ahora, los monopolios pueden justificarse en algunos casos y por un período de tiempo limitado. Así por ejemplo, cuando se quieren proteger los incentivos a la inversión en innovación y desarrollo, se puede permitir que la empresa que lance un producto o servicio innovador (por ejemplo un medicamento de gran eficacia) mantenga un monopolio temporal a través de una patente. De esta forma, podrá recuperar lo invertido y obtener una justa ganancia por el riesgo en que incurrió. Existen ciertas excepciones contempladas en las leyes antimonopolio, a continuación podemos ver dos ejemplos: El primero se trata de la situación en la que una persona ha ideado un producto nuevo que ha protegido mediante una patente, en ese caso, existe un monopolio temporal. La oficina de patentes concede al innovador un determinado tiempo para que sea el único que puede explotar la idea, esto se hace debido a que desarrollar nuevos productos habitualmente conlleva una serie de grandes inversiones de tiempo y capital que son difíciles de afrontar por una persona. El segundo de los ejemplos son los monopolios públicos o estatales, en este caso es un determinado estado el que controla todo el mercado de un determinado bien o servicio, en estos casos, en teoría, no existe peligro de altos precios y bajas calidades, ya que se generan con el fin de proveer de un determinado bien o servicio a toda la población de un país, bien o servicio que puede incluso ser no rentable, pero que los ciudadanos de ese determinado país consideran necesaria su existencia, (hay determinadas rutas de autobuses que no son rentables, por lo que las compañías de transporte privadas no las realizan).