Índice de miseria

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Por Guillermo Westreicher El índice de miseria es un indicador que trata de medir el nivel de malestar que se sufre en una economía. Esto, con base en dos factores principales, la posibilidad de acceso al mercado laboral y el costo de vida. Es decir, el índice de miseria intenta calcular el grado de desazón o infelicidad causado por la situación económica. En ese sentido, toma en consideración el nivel de desempleo y la inflación. La interpretación de este indicador se puede resumir de la siguiente manera: Cuanto más difícil sea conseguir un empleo y más aumente el precio de los bienes y servicios en la economía, mayor será el malestar (o menor será el bienestar) de la población. Índice de miseria de Okun El primer índice de miseria fue diseñado por el economista Arthur Okun. El cálculo era simple, la suma de la tasa de inflación y el nivel de desempleo. Así, se intenta reflejar la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. Cuanto mayor sea el índice de miseria, mayor malestar sentirán los individuos. Entonces, supongamos que tenemos dos economías con los siguientes datos para el año 2019: inflación anual Desempleo Índice de miseria País A 5% 9% 14% País B 6% 7% 13% Como podemos observar, el índice de miseria es mayor en el país A que en el país B. Esto, aunque en el primero se registre una menor tasa de inflación que en el segundo. Como curiosidad, este índice creado por Okun ganó popularidad en los años setenta en Estados Unidos. Esto, en el contexto de una estanflación prolongada por varios años, en el marco de la crisis del petróleo de 1973. Críticas al índice de miseria El índice de miseria ha estado sujeto a diversas críticas. En primer lugar, una de sus variables, la tasa de desempleo, se calcula únicamente en función a la población que está buscando activamente un empleo (La población económicamente activa). Sin embargo, deja de lado a aquellos individuos que, aunque están en edad de trabajar, no buscan insertarse en el mercado laboral por diversos motivos (Quizás han desistido luego de mucho tiempo de haber buscado un empleo). Respecto a la inflación, aunque esta reduce el poder adquisitivo de las personas, tampoco se puede decir que sea simplemente mala. Un incremento de precios es esperable si la demanda aumenta, producto del crecimiento económico. Asimismo, como contraparte, una deflación (lo opuesto a la inflación), puede ocasionar una reducción de los ingresos de las empresas, generando desempleo. Otro punto para tener en cuenta es que las expectativas son una variable importante en el nivel de bienestar o malestar. Es decir, el índice de Okun considera la inflación y el desempleo actual. Sin embargo, también debería incorporar las previsiones que se tienen para los siguientes periodos, advierten algunos economistas. Variaciones al índice El índice de miseria ha ido perfeccionándose. Primero, lo hizo Robert Barro en 1999. Así, a la suma de la inflación y el desempleo le agregó los tipos de interés y la diferencia entre PIB actual y el PIB potencial. Luego, en 2011 el economista Steve Hanke planteó un cálculo similar al de Barro del índice de miseria, sumando la inflación, el desempleo, los tipos de interés activos, y restando la variación del PIB per cápita. Es decir, Hanke incluye una variable de la que se había cuestionado su ausencia en el índice original: El crecimiento económico. Si la variación del PIB per cápita es positiva, en la fórmula de Hanke, el índice de miseria disminuye, y viceversa. Es decir, si hay crecimiento económico, tiende a reducirse el malestar. Con todo, el índice de miseria, en general, no es considerado el indicador más preciso para medir el desasosiego en una economía o país. Sin embargo, es una variable a observar. Como curiosidad, las mediciones del 2020 con base en el índice de Hanke (los datos más recientes que encontramos al momento de redacción de este artículo) dieron como resultado que los países con mayor índice de miseria eran Venezuela, Zimbabue y Sudán (en el puesto 1, 2 y 3, respectivamente). Asimismo, los países con menos miseria fueron Qatar, Taiwán y Guyana (en el puesto 154, 155 y 156, respectivamente).