Por Susana Gil La microeconomía es la disciplina que estudia el comportamiento económico de empresas, hogares e individuos y su interacción con los mercados. Analiza cómo toman decisiones para asignar sus recursos limitados a las distintas posibilidades. Las personas tienen necesidades específicas que cubrir (alimentación, vestido, medicinas, vivienda) y existen múltiples factores que influyen en la capacidad de generar recursos para satisfacer dichas necesidades, tales como trabajo, materia prima o capital. El equilibrio y óptima distribución de estos recursos es materia microeconómica. Uno de los objetivos de la microeconomía es examinar el efecto de los cambios de precios en los consumidores (demanda) y el efecto de los precios en los productores (oferta). Así, uno de sus principios básicos de análisis es la ley de la oferta y la demanda. La microeconomía elabora modelos matemáticos para desarrollar supuestos comportamientos de los individuos, por lo que estos modelos solo se cumplen cuando a la vez se cumplen esos supuestos. La microeconomía es una de las ramas en que se divide la teoría económica. La otra es la macroeconomía, que analiza el funcionamiento de la economía en su conjunto como, por ejemplo, en la inflación, el crecimiento económico y el desempleo. Qué estudia la microeconomía La microeconomía estudia las dinámicas a pequeña escala de la economía. Así, aborda temas como la forma en la que se fijan los precios, cómo el productor establece la cantidad que ofrecerá al mercado, qué elementos influyen en las preferencias del consumidor, entre otros. Debemos tener en cuenta, además, que la microeconomía desarrolla tópicos que suelen ser más tangibles para el público, como los precios del mercado, o la cantidad de oferta y demanda en un sector particular. En cambio, la macroeconomía se centra en conceptos más teóricos como el Producto Interior Bruto o la tasa de crecimiento económico. Sin embargo, ambas ramas abarcan aspectos importantes que impactan en la vida de las personas. Otro tema de la microeconomía son los diferentes tipos de mercado que pueden distinguirse y, aunque no siempre es fácil diferenciar a qué categoría pertenece cada sector, este marco teórico nos permite entender mejor cómo funcionan las dinámicas de la oferta y demanda en cada caso y sus implicancias. Ramas de la microeconomía La teoría microeconómica se divide en varias ramas y tipos de temas: consumo, producción, mercados, equilibrio general y economía del bienestar. El objetivo del primero -consumo- es anticipar la elección del consumidor ante la gama de bienes y servicios que se le ofrecen y entre los que puede optar. Por su parte, la sección de la producción se marca como meta analizar el comportamiento de la empresa. Se inicia considerando la vertiente técnica de la producción para posteriormente estudiar su vertiente económica y, de este modo, determinar las funciones y estado de la compañía con el objetivo de maximizar los beneficios. En la división dedicada a los mercados se hace referencia a la cantidad y calidad de productos, servicios y bienes en general que se pueden adquirir de manera individual o en conjunto, a precios que varían en el mercado, en un momento dado. Paralelamente, la teoría del equilibrio general trata de dar una explicación global del comportamiento de la producción, el consumo y la formación de precios en una economía con uno o varios mercados. Mientras, la economía del bienestar se preocupa de cuestiones relativas a la eficiencia económica y al bienestar social, tales como el equilibrio general competitivo, bienes públicos, efectos externos, teoría de la elección social, etc. Una de las incorporaciones más importantes al estudio de la microeconomía es la llamada teoría de juegos, una dinámica que analiza el comportamiento de varios agentes cuando las decisiones tomadas por cada uno influyen en qué medida cada uno logra los objetivos que desea. Se usa, por ejemplo, para profundizar en los casos de oligopolio y de competencia imperfecta. En síntesis, la microeconomía ofrece una estructura básica de análisis y datos dirigida a aquellos profesionales de la administración que requieren un marco para la toma de decisiones cotidianas o para la aplicación de estrategias, ya sea en el área de ventas, diseño y orientación del marketing, o en la relación con clientes y proveedores, entre muchas otras disposiciones. Ejemplos de microeconomía Algunos ejemplos de aplicación de la microeconomía pueden ser: Una empresa que confecciona zapatos debe analizar el impacto que tiene sobre su negocio el alza del precio de uno de sus insumos, el cuero. En el país B un grupo de analistas ha cuestionado el mercado bancario, pues solo cuatro grandes bancos compiten en él, siendo considerado un oligopolio. Sin embargo, otros expertos advierten que se debe tomar en cuenta que las microfinacieras (que son quince) también ofrecen productos de ahorro y crédito. Ante problemas climáticos, los agricultores ven reducida su producción de papa. Esto tiene como consecuencia una menor cantidad ofertada en el mercado y, por tanto, presiones al alza en el precio.