Aumentan fraudes y extorsiones en el uso de la banca digital

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Por Daniel Robles El uso cada vez más frecuente de la banca digital ha multiplicado los riesgos de fraudes o extorsiones financieras, y la privacidad de los usuarios se encuentra amenazada ante el robo de datos personales, alertó Arturo Morales Castro, profesor-investigador de la Facultad de Contaduría y Administración. El especialista apuntó que por cada beneficio que se obtiene al utilizar la banca digital hay dos riesgos que asumen los cuentahabientes, toda vez que las aplicaciones no cuentan con los mecanismos de ciberseguridad necesarios que garanticen plenamente la protección de los datos personales de los clientes. Destacó que es urgente que las autoridades financieras promuevan una mejor regulación y una mayor vigilancia sobre la operación de las aplicaciones bancarias, pues se ponen en riesgo los ahorros y patrimonio de millones de usuarios, y lamentablemente la mayoría de las instituciones no asumen ninguna responsabilidad cuando se registran fraudes digitales. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en los últimos dos años los fraudes a través de las aplicaciones bancarias han aumentado en 52 por ciento, siendo las principales causas de reclamación los consumos no reconocidos, movimientos o transferencias electrónicas no realizados y cargos no identificados en la cuenta del titular. El investigador universitario consideró que al momento de migrar de la banca tradicional a un sistema digitalizado es importante poner en la balanza los beneficios que obtienen y compararlos con los riesgos que implica el manejo de las cuentas a través de la banca móvil o vía internet, poniendo especial atención en la protección de nuestra identidad. En ese sentido comentó que dentro de los beneficios de utilizar la banca digital está la comodidad de realizar casi cualquier movimiento desde el lugar donde uno se encuentre, sin necesidad de acudir a una sucursal, lo cual conlleva un ahorro significativo de tiempo, al realizar un trámite que podría llevar horas en sólo algunos minutos. Sin embargo, añadió, hay que considerar también los riesgos que prevalecen en la digitalización de los servicios bancarios, en la que son cada vez más comunes las denuncias sobre alteración de datos personales, suplantación de identidad, robo de privacidad, fraudes y extorsiones. Según información de la propia Condusef, los tipos de fraude que se presentan con mayor frecuencia en la banca digital o electrónica son: Vishing telefónico.– A través de un mensaje telefónico los delincuentes notifican al usuario sobre cargos hechos en su cuenta y le envían una liga que los dirige hacia un portal falso. Posteriormente, lo llaman por teléfono para darle las indicaciones de los datos que debe ingresar en la misma. Phishing.– También conocido como suplantación de identidad, en este tipo de fraude se hacen pasar por una institución financiera y te envían un mensaje indicándote un error en tu cuenta bancaria; al ingresar tus datos, obtienen tu información confidencial como: números de tus tarjetas de crédito, claves, datos de cuentas bancarias, contraseñas, etcétera. Descarga de app.– El delincuente baja la aplicación móvil del banco del que la víctima es cliente e ingresa los datos confidenciales de acceso para generar el fraude. Smishing.– Te envían un mensaje SMS a tu teléfono móvil con la finalidad de que visites una página web fraudulenta, para así obtener tu información bancaria y realizar transacciones en tu nombre. Pharming.– Consiste en redirigirte a una página de internet falsa mediante ventanas emergentes, para robar tu información. Suelen mostrar leyendas similares a esta: “Error en el sistema, para solucionarlo da clic aquí”. El especialista en finanzas personales enumeró algunas recomendaciones generales que pueden ayudar a reforzar nuestra seguridad y evitar ser sorprendidos por defraudadores profesionales, que van un paso adelante en el uso de las nuevas herramientas digitales: Mantenerse alerta ante cualquier transacción bancaria inusual, y revisar constantemente los estados de cuenta con la finalidad de cerciorarse de que los cargos correspondan efectivamente a los que se hayan realizado. No ingresar nombres de usuarios, y contraseñas a las cuentas bancarias y servicios financieros en sitios desconocidos e inseguros. Navegar únicamente en páginas electrónicas con certificado de seguridad. Destruir los resúmenes de tarjetas de crédito, los comprobantes de cajero automático, las boletas de depósito de los bancos y las solicitudes de crédito. Evitar proporcionar datos personales e información sensible en las encuestas telefónicas. No tener una sola contraseña para todos tus servicios digitales. Finalmente, Morales Castro consideró que es importante que los usuarios puedan desarrollar sus propias habilidades digitales y protocolos de seguridad para prevenir fraudes o el robo de datos personales. Imagen: Portada Gaceta UNAM