Publicado el 19 mar. 2023
Tijuana, Baja California, marzo 19.- La UABC tiene como objetivos centrales la formación integral de profesionistas comprometidos con su entorno, así como la generación y difusión de conocimiento que favorezca el desarrollo de la sociedad bajacaliforniana y del país, lo cual es posible gracias a la labor de más de 6000 docentes e investigadores(as), que día a día demuestran su vocación en las aulas, talleres y laboratorios universitarios.
El profesorado cimarrón contribuye en la transformación de las vidas de más de 68 000 estudiantes, al compartirles su conocimiento y al ser ejemplo de inclusión, de convivencia en la diversidad y de respeto a los derechos humanos.
En gratitud a su entusiasta labor de docencia por 20, 25, 30, 35, 40 o 45 años, la Universidad reconoció a 249 integrantes del profesorado cimarrón.
En representación de quienes recibieron reconocimiento, la doctora Adriana Carolina Vargas Ojeda, que cuenta con 45 años de servicio en la Facultad de Medicina y Psicología, expresó que esta ceremonia “trasciende más allá de nuestra existencia como profesionales de las diferentes disciplinas porque la nobleza, la generosidad y el impacto que la UABC ha ejercido en nuestras vidas como académicos se evidencia en nuestro quehacer cotidiano”.
Igualmente, comentó que “tener antigüedad en el desempeño académico en la UABC significa con mucho orgullo y gran satisfacción haber logrado la realización plena de nuestro ser porque no hemos perdido juventud, sino añadido experiencia”, además de haber ganado “una maravillosa y verdadera familia universitaria”.
El rector de la UABC, Luis Enrique Palafox Maestre, felicitó a quienes fueron reconocidos(as) y destacó que llevan a cabo “una de las actividades más gratificantes y valoradas de nuestra sociedad: la de ser responsable de la formación de las y los jóvenes que ponen en nuestra institución su confianza para adquirir las habilidades y conocimientos que les permitirán forjarse un futuro laboral y personal”.
Señaló que “han sido más de tres décadas de transformaciones no solo tecnológicas, sino pedagógicas y sociales. Pero nunca como en los pasados tres años nuestras habilidades docentes se habían puesto a prueba, y el personal académico tuvo que hacer acopio de entereza y resiliencia para sortear el desafío de una universidad que no se detuvo y que, a pesar de las circunstancias, continuó ofreciendo sus servicios educativos a decenas de miles de estudiantes, y siguió haciendo investigación en maneras creativas que surgieron animadas por una pandemia que nos aisló, pero no nos paralizó”.
Asimismo, dijo que “ese espacio de intercambio con quienes están en proceso formativo nos pone en una situación de enorme responsabilidad, pues somos, en el aula, la voz de la universidad, la vivencia de los valores de esta institución pública de educación superior. Y… como casa de estudios donde se hace investigación y se genera conocimiento, nuestra voz tiene que hablar de ciencia, tecnología y humanismo, tomando en cuenta todas las perspectivas que surgen en el estudio de las diversas disciplinas que conforman el mosaico que nos hace universidad”.
“Ustedes, integrantes del personal académico, son quienes hacen realidad la autonomía universitaria en cada clase impartida, en cada investigación realizada, donde el interés prioritario es el beneficio a la sociedad y la formación de las y los jóvenes a nuestro cargo”, expuso.
Agradeció a quienes durante 20 años o más de trabajo “han sabido que más allá de los grados y niveles de reconocimiento, de las citas y las publicaciones, compartimos como institución la misión de educar, de formar en la ciudadanía a personas que encuentren su plenitud al poner sus habilidades profesionales al servicio de la sociedad”.
En las imágenes profesores de la Facultad de Ciencias Humanas que recibieron reconocimiento:
Dra. Lucy Ortega, 35 años de servicio.
Dra. Yazmín Vargas, 30 años de servicio.
Dra. Elsa Villegas, 30 años de servicio.
Dra. Lilia López, 25 años de servicio.
Dr. Armando Gutiérrez, 25 años de servicio.