Washington DC, julio 4.- Los niveles de educación retrocedieron al menos una década en Latinoamérica por el impacto de la pandemia y existe el riesgo de que se pierda una generación de estudiantes si los gobiernos no toman medidas urgentes para mantener a los niños en las escuelas, advirtió el Banco Mundial. Debido a la pandemia los puntajes en asignaturas fundamentales como lengua y matemáticas cayeron a niveles de más de 10 años atrás: cuatro de cinco niños de sexto grado (80%) no tendrían la capacidad de entender e interpretar un texto básico para su edad comparado con el 50% que tenían esa misma dificultad antes de la pandemia, de acuerdo con el informe del BM “Dos años después: salvando a una generación”. Millones de niños, niñas y adolescentes corren el riesgo de dejar la escuela por haberse quedado atrás en el aprendizaje, indicó el informe difundido el jueves, y aseguró que esas pérdidas de aprendizaje se traducirían en un descenso del 12% en los ingresos durante toda su vida. “Latinoamérica y el Caribe enfrenta una crisis educativa sin precedentes que podría comprometer el desarrollo futuro de nuestros países”, expresó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. La pandemia ha dejado heridas profundas en la región, que a pesar de albergar a sólo el 8% de la población mundial ha tenido el promedio más elevado de muertes globales. La economía regional ha sido también la más azotada, con una contracción de los ingresos per cápita a niveles de hace una década. Las escuelas en Latinoamérica y el Caribe permanecieron cerradas o parcialmente cerradas durante 58 semanas, levemente por detrás del Sur de Asia y América del Norte. En la región, toda una generación de estudiantes -unos 170 millones de chicos- perdieron parcial o completamente dos tercios de los días de clases presenciales, equivalentes a aproximadamente un año y medio de aprendizaje, según el informe. “Eso significa que toda una generación de niños no van a tener la competencia básica, la competencia mínima, para seguir aprendiendo y para tener éxito en el mercado de trabajo más tarde”, dijo en entrevista con The Associated Press Emanuela di Gropelo, gerente de la Práctica de Educación en América Latina y el Caribe del Banco Mundial, y una de las principales autoras del reporte elaborado junto con UNICEF y UNESCO. El reporte, que aclara que ya existía una crisis educativa en la región antes de la pandemia, destacó que hubo esfuerzos para ofrecer educación remota mientras las escuelas permanecieron cerradas, ya sea a través de plataformas en línea, televisión, programas de radio o por las redes sociales, e incluso a través de mensajes de texto por teléfonos celulares. Sin embargo, la educación a distancia enfrentó numerosos desafíos, entre ellos los desequilibrios en el acceso a internet y a los dispositivos electrónicos.