El cine mexicano y la Conquista

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Por Ricardo Hernández Los 500 años de la caída de Tenochtitlan, que se cumplen este 2021, es un buen pretexto para revisar las representaciones de la Conquista en el cine mexicano, según el director Flavio González Mello. Es por ello que la Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro organizó una charla virtual en el marco del programa México 500 con Nicolás Echevarría, Rubén Imaz y Juan Mora Catlett, tres cineastas que lo han conseguido de manera sobresaliente. “Es un buen motivo para voltear a ver qué ha hecho nuestro cine y el de otros países, y cómo han visto este momento de la historia que para muchos de nosotros resulta escalofriante y fascinante por lo que implica la manera en que dos mundos completamente distintos, y que se desconocen entre sí, de pronto colisionan en el rumbo de la historia”, dijo Flavio González, guionista, director y moderador de la sesión Representaciones de la Conquista de México, organizada como parte del ciclo Jueves de Cine en Casa Buñuel. Nicolás Echevarría contó que su interés por el México prehispánico surgió cuando se encontraba en el extranjero estudiando cine experimental y recordó su tierra natal, Nayarit, cuya historia le era ajena, sobre todo la indígena, por lo que decidió repasar el pasado para llevarlo a la pantalla grande. Así, en la década de los años 70 dirigió cinco documentales sobre el mundo indígena de México: Judea, Semana Santa entre los coras, La peregrinación del peyote entre los huicholes, Híkuri Tame y, el más célebre de todos, María Sabina, mujer espíritu. Posteriormente, en 1990 filmó Cabeza de Vaca, que retrata la expedición de Pánfilo de Narváez a la Florida y está basada en el libro Naufragios, del conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca. “Siempre tuve la fantasía de pasarme al otro lado de la frontera, de la ‘civilización’ al mundo indígena. Empecé el tema con la figura de Gonzalo Guerrero. Esa fue mi motivación original. Y lo hice porque quería hacer el reverso del conquistador: el que llega sin armaduras, sin caballos, al que la religión y la cruz no le iba servir para nada, que llega desnudo y no le queda de otra más que adoptar los modos indígenas y convertirse en uno de los primeros mestizos”, expresó. Primer largometraje en náhuatl Juan Mora Catlett comentó dos de sus películas con motivos prehispánicos e indígenas: Retorno a Aztlán y Eréndira ikikunari. Sobre Retorno a Aztlán, el primer largometraje en náhuatl con subtítulos en español, que versa sobre las dificultades de la sequía sobre un territorio indígena, relató las dificultades de realizarla. “Fue una película hecha completamente a contracorriente. La idea me surgió a partir de la frase de un profesor, que decía que ‘la dramaturgia europea había surgido de la crítica al mito griego’. Entonces, yo pensé que la dramaturgia mexicana debería de surgir de la crítica del mito mexicano. Me fui así a los mitos más antiguos, a los de los aztecas, y traté de construir a partir de ahí una película basada en este mundo”, expuso el cineasta que aborrece el concepto conquista por “privilegiar a los europeos sobre los indígenas”. En tanto, Eréndira ikikunari se refiere a la historia de una joven indígena que lucha contra los conquistadores españoles. “Es la otra cara de la moneda de la Malinche”, dijo el director, quien planeaba hacer una serie de películas que contaran la historia del país desde el mundo prehispánico hasta nuestras fechas. Entre la vastedad de crónicas y libros sobre la Conquista, Rubén Imaz (Epitafio, 2015) optó por representar el ascenso de Diego de Ordaz al volcán Popocatépetl –aunque filmado en el Pico de Orizaba, pues éste aún conserva glaciares–, con una mirada más focalizada en un hecho histórico poco conocido, pero igual de interesante. “Un episodio casi desconocido, que no es la Noche Triste, que no es ninguna de las grandes batallas; es un personaje desconocido, Ordaz, y sin embargo te enfocas en esto. Es, diría yo, la historia minimalista de la Conquista”, apuntó González Mello. Los tres invitados coincidieron en que urge alejarse de los clichés para representar la Conquista en las películas. Imagen: Film Chilam Balam