Por Michel Olguín Lacunza El próximo lunes 26 de septiembre Júpiter podrá verse a simple vista desde la Tierra, debido a que se encontrará muy cerca (590 millones de kms). Será su mayor aproximación desde hace 59 años, explicó Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM. Júpiter, como el resto de los planetas, se mueve alrededor del Sol y en ocasiones se encuentra en “oposición”, es decir, que se ubica del mismo lado de la órbita de la Tierra. “Será el astro más brillante después del Sol, la Luna y Venus”. Este planeta podrá verse en todo su esplendor en el horizonte, siempre y cuando no esté nublado. Además, cuenta con 79 satélites. Sin embargo, éstos sólo podrán observarse a través de binoculares o telescopios. Galileo y los satélites de Jupiter El astrónomo Galileo Galilei descubrió sus cuatro satélites más brillantes a través de un telescopio que él mismo construyó. Él vivía en Venecia donde había fábricas de vidrio, y ahí compró unas lupas muy buenas para lograr su objetivo. ¿Por qué necesitamos telescopios? Para ver los objetos que son muy débiles para nuestros ojos, explicó Fierro Gossman. Por ejemplo, recientemente se descubrió el satélite número 79 de Júpiter y se llama “Bateludo”. Se trata de un nombre otorgado por su descubridor, seguramente más adelante la Unión Astronómica Internacional le pondrá un nombre oficial. Además, este satélite es interesante porque se mueve en sentido contrario que los demás. Ío -otro de los satélites de Júpiter- es interesante porque posee volcanes que están en erupción de forma simultánea. Por eso tiene derrames de lava de color naranja y fumarolas, y conforme gira alrededor del planeta éstos forman un anillo. Otro satélite extraordinario es Europa que está cubierto de hielo, pero debajo tiene mares que brotan por las grietas de su superficie congelada. Estos géiseres tienen materia orgánica, es decir, podría haber algún tipo de vida. Por eso los astrónomos han enviado sondas para estudiarlo.