Beijing, China, septiembre 20 (Kyodo News).- El principal promotor inmobiliario chino, Evergrande Group, se enfrenta a la bancarrota y sus pasivos aumentan a 1.97 billones de yuanes (304,600 millones de dólares), lo que despierta la preocupación de que pueda provocar otra crisis financiera como la de 2008. Si Evergrande, que posee un club de fútbol popular en el país, entra en incumplimiento, sus empresas subcontratistas se encontrarían con dificultades financieras, lo que posiblemente desencadenaría fallas comerciales en los bancos locales en China, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto. Con la creciente preocupación por un posible resurgimiento de la crisis financiera mundial de 2008 causada por el colapso de la firma de valores estadounidense Lehman Brothers Holdings Inc., un gran número de inversores están ansiosos por reducir sus tenencias de acciones en todo el mundo. El desarrollador inmobiliario ha estado ansioso por expandir su negocio, aunque el mercado inmobiliario en China se ha reducido en el contexto de la prolongada disputa comercial de la nación con Estados Unidos y el brote del nuevo coronavirus. Evergrande también ha incursionado en muchos negocios, incluido el desarrollo de vehículos eléctricos, que han inflado su deuda. La compañía ha estado considerando vender su negocio de vehículos eléctricos, pero ese acuerdo aún no se ha materializado. El presidente chino, Xi Jinping, ha dado instrucciones al desarrollador inmobiliario más endeudado de China continental para que tome medidas para mitigar el riesgo de incumplimiento, ya que las perspectivas para la segunda economía más grande del mundo se han difuminado en medio de la pandemia de COVID-19. El gobierno liderado por los comunistas, que teme que la creciente frustración de los ciudadanos chinos conduzca a un desorden social, ha estado tratando de hacer a un lado los temores sobre la posible bancarrota de Evergrande, dijeron las fuentes. "Evergrande todavía tiene grandes activos suficientes para cubrir sus pasivos, por lo que, excepto para ayudar a las instituciones financieras a refinanciar algunos préstamos, no es necesario que el gobierno intervenga en la etapa actual", dijo un banquero citado por Global Times. "Evergrande necesita resolver su problema de deuda por sí mismo, incluso si puede sufrir algunas pérdidas vendiendo algunos activos", dijo el banquero en Beijing, según el tabloide, que pertenece al gobernante Partido Comunista. Mientras tanto, el negocio principal de la empresa se ha visto muy afectado por la reciente política gubernamental destinada a evitar que los precios inmobiliarios suban bruscamente. Evergrande ha reconocido que su negocio inmobiliario se ha vuelto lento desde principios de septiembre. Debido a que el desarrollador se ha enfrentado a una depresión, la construcción de condominios y otras instalaciones se ha retrasado en varias áreas de China, lo que ha llevado a las personas que compraron dichas propiedades con anticipación a presentar una protesta contra Evergrande. Evergrande fue establecida en la provincia sureña de Guangdong en 1996 por el multimillonario chino Xu Jiayin, y ahora tiene su sede en Shenzhen, una zona económica especial. Las ventas de la compañía, que cotiza en la Bolsa de Valores de Hong Kong desde 2009, alcanzaron los 507.200 millones de yuanes en 2020, cuando ocupó el puesto 122 entre 500 empresas del mundo en una lista de la revista de negocios estadounidense Fortune.