Ciudad de México, junio 5.- Se estima que en México cuatro por ciento de la población padece glaucoma y la mitad desconoce que tiene esta enfermedad, debido a la ausencia de síntomas, informó el encargado de la Clínica de Glaucoma del Hospital General de México (HGM) “Dr. Eduardo Liceaga”, Sergio Herrero Herrera. En el Día Nacional del Glaucoma que se conmemora el primer sábado de junio, el especialista dijo que este padecimiento es una de las principales causas de pérdida de la visión en el mundo, y ocupa el primer lugar de ceguera irreversible. Se caracteriza por aumento de la presión del glóbulo ocular que genera daño progresivo en el nervio óptico y pérdida de la visión. Señaló que entre los factores de riesgo se encuentran aumento de la presión intraocular, golpe en el ojo, uso de medicamentos como esteroides o cortisona, inflamación intraocular, cataratas y malformaciones oculares desde el nacimiento o que se presentan en diferentes etapas de la vida. Herrero Herrera destacó que en la Clínica de Glaucoma del HGM se diagnostican mil 500 casos anuales. El glaucoma puede ser de ángulo abierto; es la forma más común de la enfermedad y afecta sobre todo a hombres. El de ángulo cerrado se produce cuando el ángulo de drenaje en el ojo queda bloqueado por completo, lo que ocasiona aumento rápido de la presión ocular, denominado ataque agudo. Para confirmar el tipo de glaucoma se mide la agudeza visual y la presión intraocular. Además, se dilata la pupila para verificar el nervio óptico. A las personas con sospecha de la enfermedad se les realizan estudios de gabinete y tomografía de coherencia óptica para verificar la forma y fibras nerviosas del ojo. El encargado de la Clínica de Glaucoma aseguró que el tratamiento se basa en medicamentos tópicos que bajan la presión intraocular y reducen el riesgo de disminución del campo visual. Las personas con enfermedad severa que son candidatas, se les realiza cirugía con láser de mínima invasión, un procedimiento microscópico que hasta hace 15 años no se podía realizar. El especialista recomendó la revisión oftalmológica anual a partir de los 35 años, sobre todo quienes tienen miopía o familiares directos con glaucoma, para la detección oportuna, ya que el daño es permanente e irreversible; sin embargo, puede detenerse con medicamentos y cirugía láser.