Ciudad de México, septiembre 24.- Desde hace dos años y medio la UNAM ocupa el primer lugar en el listado de patentes concedidas a instituciones de educación superior por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con un total de casi 130, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers. En su mensaje -al que le dio lectura el secretario General de la Universidad Nacional, Leonardo Lomelí Vanegas, en la ceremonia de premiación de la décima edición del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI)-, Graue Wiechers señala: “No obstante la pandemia, la cultura del patentamiento tampoco se detuvo y muestra de ello es que en esta edición participaron 20 proyectos de 10 entidades universitarias, que presentaron registros de solicitud de patente en 2021 ante el IMPI”. En el Auditorio de la Torre de Rectoría añadió que el PROFOPI reconoce los méritos técnicos de las innovaciones con interés para la industria, con productos útiles que puedan beneficiar el desarrollo económico de la nación. “Esta es una de las funciones de nuestra Universidad: el fomento a la cultura de la protección de los desarrollos científicos, producto de la generación de nuevos conocimientos y su aplicación directa a las necesidades de una nación que queremos pujante, independiente y fortalecida”, comenta. Lomelí Vanegas, acompañado por el secretario Administrativo de la UNAM, Luis Álvarez Icaza Longoria, continuó con la lectura del mensaje del rector Graue Wiechers, quien agrega que los desarrollos premiados son prueba del rigor académico, la creatividad y la tenacidad individual y colectiva que distingue a los universitarios. “Enhorabuena a los ganadores y muchísimas felicidades a quienes sometieron proyectos y patentes, por dar continuidad a la indispensable relación entre la innovación y su posible aplicación”. En el acto se presentó un video de los desarrollos ganadores. El primer lugar correspondió a la producción de una proteína de alto valor nutritivo para humanos; el segundo a un microencapsulado de bacterias para actividades metalúrgicas. Al hacer uso de la palabra, el presidente de la Comisión Nacional de Innovación Empresarial de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Fernando Sánchez Argomedo, destacó que se premia el conocimiento, el cual debe ser aprovechado por la industria y las empresas para llevarlo al mercado y darle mayor valor económico y social. Indicó que el cambio de época que vivimos impone nuevos retos y demanda un proceso de innovación y mayor conocimiento, en el que México asuma un rol más protagónico en el desarrollo de tecnología. En ese sentido, refrendó el compromiso de este organismo para caminar junto con la Universidad Nacional -con su infraestructura y conocimientos-, a fin de impulsar la innovación y apoyar para que las invenciones generadas en esta casa de estudios se constituyan en productos y servicios en beneficio de la sociedad. Previamente, el coordinador de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNAM, Jorge Vázquez Ramos, expuso que a diez años de la creación del PROFOPI la cultura del patentamiento y la innovación son parte importante del desarrollo de la investigación en la Universidad Nacional, y se busca que las tecnologías a evaluarse sean las que muestren la maduración suficiente para ser atractivas y transferirse al sector productivo. Ante la virtual inexistencia de apoyos públicos para la maduración de las invenciones -que en promedio alcanzan niveles de dos o tres en una métrica de nueve- se deben redoblar esfuerzos, a fin de que los desarrollos universitarios se prueben en ambientes reales en la industria o en estudios relevantes realizados en pacientes. El gran reto que se enfrenta hoy, abundó Vázquez Ramos, es lograr que las tecnologías patentadas alcancen niveles de maduración de seis o siete para que las empresas se interesen en ellas, inviertan y que a partir de su transferencia puedan ayudar a la sociedad. Por ello, apuntó, los premios otorgados por el PROFOPI en forma de recursos se destinan a continuar con el desarrollo y maduración de las tecnologías ganadoras. A nombre de los ganadores, el investigador del Instituto de Fisiología Celular, Gabriel del Río Guerra, quien obtuvo el primer lugar en esta edición, agradeció los apoyos que diversas instancias de la UNAM le han brindado para llevar a cabo sus estudios con plena libertad y que tienen el objetivo de contribuir con soluciones a los problemas de la sociedad. También la ayuda para lograr el patentamiento de su desarrollo, así como el respaldo de inversionistas que creen en ideas que aún no son un producto, pero tienen el potencial para crear un nuevo mercado y contribuir al crecimiento de la economía. En la ceremonia se entregó reconocimiento de primer lugar al investigador Gabriel del Río Guerra y a la maestra en Ciencias, Sofía Natalí Mendoza Cabrera. La distinción por segundo lugar fue para el investigador Octavio Manero Brito, la cual fue recibida, en su representación, por el director del Instituto de Investigaciones en Materiales, José Israel Betancourt Reyes. Además, se reconoció a los doctores Diola Marina Núñez Ramírez, Luis Medina Torres, Fausto Calderas García y Adriana Martínez Prado; así como a la maestra en Ciencias, Ana Karen López Martínez.