Por Ricardo Hernández Obsequiar un libro no garantiza que un niño devendrá en lector. Hará falta, además, la enseñanza de parte de ciertos agentes familiares o institucionales, así como de la intervención del Estado y de organizaciones civiles, afirmó la escritora argentina María Teresa Andruetto, formadora de lectores con tres décadas de experiencia. Se construirá a un lector sólo tras un esfuerzo persistente y prolongado de maestros, bibliotecarios, funcionarios, directores, instituciones y técnicos, agregó la poeta y narradora durante la conferencia inaugural del diplomado en línea Intersecciones entre Educación, Mediación y Gestión Cultural. Perspectivas y Expectativas de las Prácticas Lectoras, organizado por la Cátedra Extraordinaria de Fomento a la Lectura José Emilio Pacheco de la UNAM y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Forjar a un lector, dijo, exige un exhaustivo repensar de los modos de llegar de los libros a los destinatarios y del tornaviaje, es decir, de los lectores hacia los libros. Y el intermediario ideal es el docente de las escuelas. “La lectura es una práctica social que necesita de la enseñanza para llevarse a cabo, si es que pensamos la lectura como una posibilidad no exclusiva de un sector social, sino de la sociedad en su conjunto”, expresó Andruetto, la primera escritora argentina y en lengua española en ganar el Premio Hans Christian Andersen, en 2012. Conferencia Durante la conferencia virtual insistió en la importancia de la escuela como lugar de formación de lectores, acaso el de mayor relevancia. “No es posible que esas acciones tengan sentido si no van acompañadas de un hacer vertebral que tiene como puesta en ejecución la escuela, en tanto que en esta concurren todos, o es de esperar que así sea, los niños de un país. Por eso creo que hacia el colegio y hacia los espacios de formación de alumnos y profesores debieran ir los esfuerzos principales de todos los proyectos de lectura, como en este caso. Cuando hablamos de la escuela como instrumento, estamos hablando de la inclusión de los ciudadanos en las prácticas de lectura y de escritura”. En todo ello, dijo, se vuelve necesaria la intervención del Estado, a fin de llegar a los miles de jóvenes de un país, a los ciudadanos en ciernes. “Construir lectores también es una manera de construir soberanía: ciudadanos más capacitados, más críticos, más reflexivos, harán mañana su aporte que deseamos para una sociedad mejor. La lectura es, además de aquella práctica solitaria y exquisita que a menudo referimos, un instrumento de intervención sobre el mundo, una espléndida posibilidad para dar lugar a las preguntas, a la discusión, al intercambio de percepciones y a la construcción de un juicio propio, pero para eso no sólo debemos formar lectores, sino buenos lectores”. En la presentación de la conferencia de Andruetto, la directora de Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM, Anel Pérez, explicó que el diplomado será un espacio académico delineado para contribuir a una mejor comprensión del papel del agente profesional que procura la creación de los puentes entre los materiales de lectura y las personas en distintos contextos. “Este diplomado ha sido diseñado para analizar y dialogar el proceso transversal de las prácticas lectoras en distintos entornos y tiempos, con el propósito de clarificar sus alcances en el medio cultural y educativo, particularmente en el México actual, pero sin duda, también incluyendo voces y miradas en otros espacios geográficos y otras realidades”, anunció. El diplomado en línea es impartido por especialistas de México, España, Argentina, Colombia, Francia y Venezuela. La conferencia inaugural puede verse en la página de Facebook del sistema universitario de lectura Universo de Letras: @universoUNAM.