Hay una serie de mitos en torno a la fundación de Tenochtitlan y su conquista, que han llevado a la adaptación de ciertos hechos históricos según quien los cuente. Eduardo Matos Moctezuma, uno de los arqueólogos más importantes del país, pretende aclarar lo sucedido, exponer los orígenes de la tergiversación y aventurar explicaciones. Como parte de los programas Grandes Maestros UNAM y México 500 de la Coordinación de Difusión Cultural, Matos Moctezuma imparte un curso virtual de tres sesiones para relatar el surgimiento, la caída y recuperación de las dos más significativas ciudades mexicas: Tlatelolco y Tenochtitlan. “Vamos a desmitificar muchas cosas que se nos han venido diciendo y diciendo sobre los conquistadores, sobre los tlaxcaltecas, sobre la Malinche”, anunció el doctor honoris causa por la UNAM. Durante la primera sesión, Las Ciudades de Tenochtitlan y Tlatelolco. Surgimiento, Conquista y Recuperación, desmintió que la fundación de Tenochtitlan haya sido por el avistamiento de un águila sobre un nopal devorando una serpiente, presunta señal divina que indicaba el lugar donde debía ponerse fin a la migración de los mexicas e iniciar el asentamiento de una nueva ciudad. El pueblo que ahí se estableció procedía de Aztlán, lugar cuya localización aún es un misterio para historiadores y arqueólogos. La gente que decidió migrar de Aztlán, contó, era guiada por Huitzilopochtli, principal deidad de los mexicas, asociada al Sol. Su primera parada fue en un lugar llamado Coatepec, el “Cerro de la serpiente”, punto donde comenzaron los conflictos internos. Y es que los adeptos por Huitzilopochtli, quienes finalmente se impusieron, sostenían que había que proseguir con la migración. Y así, se trasladaron hasta Chapultepec, donde supuestamente sucedió el avistamiento del águila en el nopal. “Nunca vieron eso. Ese hecho jamás ocurrió”, afirmó Matos Moctezuma. Lo que sucedió, apuntó, fue que el señor del pueblo de Azcapotzalco les ofreció terrenos en Chapultepec para que pudieran asentarse, a cambio de tributos y asistencia en guerras de conquista. “Varias fuentes indican que fue en el año 1325. Y recalco esto porque ahora andan por ahí mencionando el año de 1321. Es una manipulación histórica que se está haciendo de ese año porque quieren empatarlo con 1521, la caída de Tenochtitlan; con 1821, la consumación de la Independencia; y con este año, 2021. No es correcto que se manipule la historia así.”