Para el arqueólogo Eduardo Matos el premio Princesa de Asturias

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Madrid, España, mayo 18.- El arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma ha sido reconocido con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 anunció hoy el jurado encargado de su concesión. El jurado de este Premio –convocado por la Fundación Princesa de Asturias– estuvo presidido por Emilio Lamo de Espinosa Michels de Champourcin e integrado por Paz Battaner Arias, Javier Echeverría Ezponda, Juan Pablo Fusi Aizpurúa, Mauro Guillén Rodríguez, Óscar Loureda Lamas, Araceli Mangas Martín, Manuel Menéndez Menéndez, Jaime Montalvo Correa, Montserrat Moreno Marimón, Jaime Pérez Renovales, Rafael Puyol Antolín, Fernando Vallespín Oña y Marta Elvira Rojo (secretaria). Esta candidatura fue propuesta por Adolfo Castañón, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2000, y por Enrique Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009. Eduardo Matos Moctezuma nació en Ciudad de México el 11 de diciembre de 1940. Se graduó en Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y obtuvo el título de maestro en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también se doctoró. Fue catedrático de la ENAH durante más de treinta años, donde impartió Arqueología General, Desarrollo de las Sociedades, Mesoamérica e Historia de la Arqueología, además de dirigir el Seminario Regional Mexica y el Laboratorio de Materiales e Historia de México. Ha sido director del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Museo Nacional de Antropología y del Museo del Templo Mayor. Ha impartido cursos y seminarios en instituciones de diversos países. Erudito y promotor del mundo prehispánico mexicano, así como gran divulgador de este campo de conocimiento, Eduardo Matos Moctezuma ha desarrollado su trabajo de campo en sitios arqueológicos como Comalcalco, Tepeapulco, Bonampak, Teotihuacán, Cholula, Tula, Tlatelolco y Tenochtitlán, entre otros. Entre los proyectos más relevantes que ha dirigido se encuentran la investigación integral de la Tula prehispánica, colonial y moderna, que dirigió en la década de los setenta; Teotihuacán, donde excavó la Pirámide del Sol y fundó el Museo de la Cultura Teotihuacana y el Centro de Estudios Teotihuacanos, y la ciudad de Tenochtitlán, su recinto sagrado y el Templo Mayor, cuyo descubrimiento y proyecto coordinó desde sus inicios en 1978. Con más de quinientas publicaciones, entre artículos, reseñas, catálogos, guías y semblanzas, también ha escrito varios libros, entre los que destacan Muerte a filo de obsidiana (1975, con doce ediciones), Vida y muerte en el Templo Mayor (1986), Los aztecas (1989), La metrópoli de los dioses (1990), Teotihuacán (1994), Las piedras negadas (1998), La muerte entre los mexicas (2010), Grandes hallazgos de la arqueología. De la muerte a la inmortalidad (2013) o, el último, Tlatelolco. La última ciudad, la primera resistencia (2021). Eduardo Matos ha realizado una importante labor de difusión a través de varios programas en los museos mexicanos, destinados a acercar los contenidos a los menores o a personas con discapacidad física o intelectual. Ha dirigido exposiciones, entre ellas «Aztecs» para la Royal Academy of Arts de Londres, «Isis y Quetzalcóatl» en el Fórum de las Culturas de Monterrey o «Tenochtitlán y Tlatelolco. A 500 años de su caída» en el Museo del Templo Mayor, ambas en México. Doctor honoris causa por la Universidad de Colorado y la UNAM, Matos es Caballero de la Orden Nacional al Mérito, de la Orden de las Palmas Académicas y Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. Ha recibido la Medalla Henry B. Nicholson de la Universidad de Harvard (EE. UU., 2002), el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2007), la Orden Andrés Bello de Venezuela y la Medalla Museo de Antropología de Xalapa de la Universidad Veracruzana (México, 2021), entre otros reconocimientos. Miembro honorario del Instituto Arqueológico Alemán y del Instituto Arqueológico de América, emérito de la Sociedad de Arte Funerario y miembro de El Colegio Nacional, las academias Mexicana de la Lengua, Mexicana de la Historia, Nacional de Historia y Geografía y de la Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, también forma parte de la Society of Antiquaries of London, de las sociedades Mexicana de Geografía y Estadística, de Antropólogos del Caribe y de Escritores de México. En 2017 la Universidad de Harvard creó una cátedra con su nombre. Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales se concederá a “la labor creadora y/o de investigación de la historia, el derecho, la lingüística, la pedagogía, la ciencia política, la psicología, la sociología, la ética, la filosofía, la geografía, la economía, la demografía y la antropología, así como de las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos ámbitos”. En esta edición concurría al galardón de Ciencias Sociales un total de 25 candidaturas de 16 nacionalidades. Este ha sido el tercero de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su cuadragésima segunda edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Princesa de Asturias de las Artes a la cantaora Carmen Linares y a la bailarina y coreógrafa María Pagés y el de Comunicación y Humanidades al periodista Adam Michnik. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Deportes, Letras, Cooperación Internacional, Investigación Científica y Técnica y Concordia. El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre en una solemne ceremonia presidida por Sus Majestades los Reyes de España, acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía. Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró – símbolo representativo del galardón−, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.