Publicado el 04 abr. 2025
por Luis Levar
- Economía
***A todos en mayor o menor medida les afectó y tuvo un impacto económico que no se puede soslayar
A 15 años de que se registró el más fuerte terremoto de la era moderna en Baja California, la reconstrucción de Mexicali no ha terminado. De acuerdo con el último reporte entregado al gobernador Guadalupe Osuna (cuando era gobernador), el costo para el gobierno ascendió a 5,765 millones de pesos.
En esa cifra se incluyen los daños a las vías de comunicación, edificios públicos, drenes, etcétera, todo ello vinculado al gobierno. Sin embargo, una pregunta que ha permanecido sin respuesta es cuánto le costó a los privados el terremoto.
En lo reportes que oportunamente estuvieron entregando las diferentes dependencias de gobierno, señalaron el apoyo para vivienda en el Valle, el gasto en víveres y todo eso que usted ya conoce.
Pero se ha preguntado cuánto le costó el sismo al Cetys, cuyos edificios debieron ser demolidos. Sabe usted cuánto le costó al Colegio Salvatierra la demolición de un edificio y cuánto invirtió la Universidad del Valle de México que hasta tuvo que salirse de su campus. Y qué decir de Escomex que se derrumbó.
Qué podemos decir de las Tiendas Oxxo, de las pérdidas que sufrieron empresas como Tecate, Fevisa, Zahori, Goodrich, Mitsubishi, Telnor, Soriana, Bimbo, Telvista, la Mega Anáhuac (hoy Soriana), Jumex, Sears, Vips, Burger King, Kuroda, Intercerámic, algunas iglesias de culto católico.
Y qué tal instituciones bancarias como Banamex, Bancomer, Serfin, Scotiabank. O centros comerciales como Plaza Fiesta y la Cachanilla. Agregue las oficinas de organismos empresariales, algunas de las cuales debieron cerrar varios días y en otros casos de plano abandonar como ocurrió donde se encontraban el CDEM y CCE Mexicali.
Sume también el daño patrimonial que sufrió la UABC en las bibliotecas no solo de la unidad central, sino de las diferentes unidades académicas. Nos hablaron de daños a edificios, pero nunca de los muchos libros con pérdida total, aparatos de televisión, computadoras y televisores. El último dato conocido habla de 800 millones de pesos.
Y si quiere agregar también los sueldos que pagaron las empresas a pesar de que una buena parte de ellas estuvieron cerradas hasta una semana. Los empleos que se perdieron con el cierre total de empresas como Vips o Burger King, sin contar todos los que se generan en espectáculos que se ofrecen en lugar como la Plaza Calafia, que hace un año que está inactiva.
Claro, también a los particulares les costó. Como a esa casa del fraccionamiento Vistahermosa que se hizo muy famosa. Las bardas que cayeron, algunas con tan mala suerte que fue sobre vehículos. Agregue cristales, accesorios y aparatos domésticos, muebles, y seguramente que cuando vio pasar al camión de la basura por su colonia destacaban televisores y monitores de computadoras.
Sí, a los privados también les costó. Cierto, algunos tenían seguro, pero ni esto los salvó de hacer gastos complementarios y además, bien sabemos que la cultura de los seguros no es amplia.
La CEPAL elaboró un Manual para la Evaluación para la Evaluación del Impacto Socioeconómico y Ambiental de los Desastres, avalado por la ONU, donde se detalla todo lo que se debe incluir para obtener el impacto económico total de un terremoto.
El documento señala además, que hay costos en el tiempo y maneja hasta cinco años para que se vuelva a la normalidad.
Viendo este documento y haciendo cuentas, ahora sabemos por el Centro de Estudios Económicos de Baja California que el sismo le costó al sector privado y a los particulares cerca de 1,800 millones de dólares. Así como la ve. Si le agregamos lo que desembolsó el gobierno, entonces la cifra va más allá de los 2,200 millones de dólares del Impacto Socioeconómico y Ambiental de los Desastres, avalado por la ONU, donde se detalla todo lo que se debe incluir para obtener el impacto económico total de un terremoto.
El Centro de Estudios Económicos de Baja California elaboró un documento: La Estimación del Impacto Económico del Sismo que Afectó Mexicali, donde se establece con detalle lo que costó, luego de haber levantado un censo de los daños.
Mucho se discutió acerca de las cifras. Seguramente así continuará. Como sea, a todos en mayor o menor medida les afectó y tuvo un impacto económico que no se puede soslayar y debemos preguntarnos si todos, gobierno y ciudadanos, aprendimos algo de esa experiencia.
Mientras tanto, las últimas estructuras del centro de Mexicali ya están cayendo, como el mercado municipal, que se dice costó 150 millones de pesos derribarlo. Súmele esto a los costos.