Si la situación se mantiene sin cambios, Baja California tardará 17 años para pagar el monto de su deuda pública, la cual brincó a que y 21 mil 900 millones de pesos, la décima más elevada del país. Datos del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas revelan que con Jaime Bonilla el plazo de pago de la deuda brincó dos años y además creció 5.7 por ciento en el lapso de un año, lo que nuevamente deja en evidencia las mentiras de Bonilla quien habló de una restructuración para mejorar las condiciones de la deuda, que como se ve, aumentó en monto y en plazo.

Lo peor de esto es que la deuda no se mantendrá estable pues el nuevo gobierno deberá endeudarse en cuanto entre, ya que el saliente deja una administración quebrada y llena de demandas legales perdidas, entre ellas las del agua, donde se deben dar reembolsos por alrededor de 400 millones de pesos luego de las arbitrariedades cometidas en supuestos adeudos de agua. En estas circunstancias, los impuestos que pagan los bajacalifornianos continuarán sirviendo para los caprichos de quienes están en el gobierno, el cual toman como si fuera su patrimonio y no como administradores de los bienes públicos.