El Proyecto Saguaro, relacionado con la extracción y exportación de Gas Natural Licuado (GNL), representa un peligro para el Golfo de California, conocido como Mar de Cortés, por las afectaciones a la biodiversidad marina, alertó el diputado federal Rubén Moreira Valdez, quien señaló que la preocupación y crítica de expertos y ecologistas es porque se cree que el impacto ambiental que va a tener México será irreversible. La construcción de infraestructura para la exportación de gas natural en el Golfo de California, como la terminal de gas y el aumento del tráfico marítimo, amenaza la biodiversidad y puede causar un daño irreversible al ecosistema. El proyecto, conocido como Proyecto Saguaro, plantea riesgos como contaminación acústica, contaminación marina, dragado del fondo marino y emisiones de gases de efecto invernadero, afectando a especies como las ballenas y a la economía de comunidades pesqueras y turísticas. El líder congresista expuso que la obra que desarrolla la empresa México Pacific Limited, será una terminal de recepción, almacenamiento y exportación de GNL que operará desde Puerto Libertad, Sonora, con conexión a Texas. Aunque no se encuentra en Baja California Sur, precisó que el mar de Cortés será uno de los que más daños sufra con dicho megaproyecto, porque advirtió que el procesamiento del gas natural desprende metano y afecta la salud de las poblaciones cercanas, así como la actividad de las comunidades que viven de la pesca. “El proyecto constituye la mayor inversión privada en México y forma parte del pilar fundamental de Plan Sonora, que promueve el desarrollo de energías limpias, la inversión y la prosperidad económica para la región, pero no toma en cuenta la conservación de especies como la ballena, la totoaba, ni la vaquita marina, que están en peligro de extinción”, enfatizó. Por otra parte, la académica de El Colef, Gabriela Muñoz, explicó que se trata de 4 terminales de licuefacción (Saguaro Energía, AMIGO LNG, Vista Pacífico LNG y Gato Negro GNL) y dos gasoductos (gasoducto Sierra Madre y gasoducto Corredor Norte) transportarían gas desde Texas hasta las costas del Golfo de California, afectando de forma irreversible su biodiversidad y aumentando el tráfico marítimo pesado con buques metaneros. Los puntos en que se encuentran las terminales de gas natural a la altura del Golfo de California son: Puerto Libertad y Guaymas, ambas en Sonora, así como Topolobampo, Sinaloa, los cuales ya se encuentran señalados en el mapa de Infraestructura Nacional de Gas Natural del 2016. Con el respaldo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), estas plantas buscan aprovechar el gas extraído en Estados Unidos a través del fracking. Cabe agregar que esta amenaza se suma al pretendido proyecto del gobierno de Baja California en Punta Colonet, el cual ha sido cancelado en dos ocasiones por inviable debido a la afectación a zonas naturales protegidas. Activistas y organizaciones ambientalistas han lanzado la campaña «¿Ballenas o Gas?» para frenar el avance de estos proyectos y proteger el Golfo de California.