Ciudad de México, septiembre 15.- El aumento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se plantea para los refrescos en el Paquete Económico 2026 generaría diversos daños para el pequeño comercio del País, alertó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec). En un comunicado ANPEC retrata un escenario alarmante: el mercado informal, la evasión fiscal, la piratería y la extorsión se han normalizado, debilitando el poder de compra de los consumidores y destruyendo el comercio formal. Con más de 35 millones de personas empleadas en la informalidad y una evasión fiscal equivalente al 3% del PIB, el Estado mexicano ha perdido el control sobre sus aduanas y su capacidad recaudatoria. Gravar con más IEPS a los productos de alta demanda popular no solo es injusto, sino contraproducente: fortalece al contrabando, castiga al comercio formal y empobrece aún más a la población. En este contexto, ANPEC denuncia que el consumidor ya enfrenta un cuádruple castigo: IVA, IEPS, inflación y extorsión. “México no necesita más impuestos, sino políticas que impulsen la formalización y defiendan al mercado legal”, subrayó. Entre las principales consecuencias que se tienen son 60 mil negocios en riesgo de cierre, informó la Anpec en el comunicado. También más de 120 mil autoempleos en peligro. Además de una caída de hasta 15 por ciento en las ventas al afectar los productos de mayor demanda, que son "gancho" para las compras complementarias. "El aumento al IEPS no resolverá los problemas sociales que nos aquejan. En cambio, éstos empeorarán. Sí provocará cierres masivos de pequeños comercios, pérdida de empleos, menor poder adquisitivo y más informalidad", comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec. Agregó que esta propuesta llega en el peor momento para el bolsillo mexicano porque se tiene una inflación acumulada de 33 por ciento en alimentos desde la pandemia a nivel nacional, pero estados como Baja California presentan un acumulado del 47.04 por ciento desde marzo del 2020 cuando estalló la pandemia. "Castigar el consumo con más impuestos solo amplifica la crisis económica y social", destacó el organismo. Recordó que en 2014 se impuso el IEPS a bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico con la promesa de reducir el consumo y mejorar la calidad de vida de los mexicanos pero fue una medida que fracasó porque el consumo de estos productos no bajó. De igual forma este organismo destacó que los bebederos nunca llegaron, la inseguridad alimentaria se agravó con precios más altos y los recursos recaudados nunca se transparentaron. "El impuesto fracasó. Aumentar impuestos no resuelve los problemas; solo castiga al consumidor y debilita al pequeño comercio", detalló. Destacó que el cambio de hábitos de consumo no se logra con castigos fiscales sino con campañas de educación al consumidor que promuevan decisiones informadas y responsables. Asimismo apoyo al pequeño comercio, principal canal de abasto del país y fuente de empleo para millones de familias, incentivos a la formalidad, no cargas que empujen a la ilegalidad y estabilidad fiscal que proteja el poder adquisitivo de la gente.