Por Luis Levar Los mejoras niveles de vida en Baja California que presume Jaime Bonilla están muy lejos de la realidad. Ya se ha dicho que los indicadores económicos del actual gobierno son los peores de la historia en el ámbito donde se habla de calidad de vida, los bajacalifornianos sufren con Jaime mayores niveles de pobreza que durante la Gran Recesión del 2008-2009. En este sentido, Coneval dio a conocer los Indicadores de Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, en los que señala que el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica creció 7 por ciento a tasa anual en el cuarto trimestre del año, disparando la cifra el 25.3 por ciento de la población, cifra por encima de la que se registró en la que fue hasta el 2009 la mayor crisis económica en 100 años. Ahora, los pseudoapoyos que ha estado repartiendo el gobierno solamente han operado como instrumento político más que como programas para sacar a la población de la grave situación que enfrenta. Asimismo, el ingreso laboral per cápita deflactado con el valor de la canasta básica alimentaria se hundió 10 por ciento, mientras que la masa salarial, que es la suma de los sueldos y salarios pagados, cayó 8 por ciento real, colocándose por debajo de los niveles que se alcanzaron en la Gran Recesión. Este último dato, por agregado, da una nueva bofetada a la falacia en la generación de empleos que tanto presume Jaime, así como su “discípula” preferida y ahora candidata a la gubernatura de Baja California, Marina del Pilar. Finalmente, cabe aclarar que si bien la pandemia ha afectado al Estado, por otra parte ninguno de los niveles de gobierno ha hecho algo para enfrentar el impacto económico y social, en este último, sobre todo ante los cientos de huérfanos que está dejando el COVID-19.