Nueva York, Estados Unidos, junio 17 (Reuters).- Hace seis meses, los principales bancos centrales del mundo estaban preparados para tasas de interés más bajas; pero ahora los funcionarios están preocupados de que los recortes puedan socavar sus esfuerzos para controlar la inflación. La flexibilización conjunta de la política monetaria que parecía inminente a finales de 2023 fracasó en gran medida cuando los principales bancos centrales enfrentaron una inflación más alta de la esperada. La mayoría de los economistas ahora esperan sólo uno o dos recortes de tasas de la Fed este año en lugar de los cuatro vistos en diciembre. En Europa, las autoridades del BCE han advertido desde hace tiempo sobre "obstáculos en el camino" a medida que la inflación vuelva a alcanzar su objetivo. El lenguaje estricto actual sobre los recortes, de Powell de la Fed, puede incluso tener más que ver con la gestión de las expectativas que con las perspectivas reales. Los principales bancos centrales ahora permiten que una política monetaria "restrictiva" pese sobre los bancos, las empresas y los hogares durante meses más de lo previsto.