En su reporte de los resultados de la medición multidimensional de la pobreza para 2022 en Baja California con base en la información de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, el Coneval documenta que porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional en el Estado ascendió a 511 mil personas, quienes presentaban al menos una privación en sus derechos sociales y tenían un ingreso mensual por persona insuficiente para adquirir una canasta alimentaria, así como bienes y servicios necesarios. Por otra parte, el porcentaje de la población bajacaliforniana en situación de pobreza extrema registró una ligera alza: pasó de 1.0% en 2018 a 1.3% en 2022. Lo anterior indica que, el número de personas en pobreza extrema creció de 34 mil 100 a 49 mil 900. En cuanto al porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos (valor monetario de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria) se ubicó en 2.8% es decir, el número de personas en esta situación ascendió a 107 mil 400 personas que no tienen el ingreso suficiente para adquirir los productos de la canasta alimentaria. El valor monetario de referencia para la Línea de Pobreza Extrema por Ingreso por persona al mes fue de 2,086.21 pesos 1,600.18 pesos en zonas urbanas y rurales, respectivamente. Aunque bajó el registro con respecto al 2018, el número de carencias que en promedio presenta esta población pasó de 2.0 a 2.5. En otras palabras, hay menos personas con un ingreso inferior al valor monetario de la canasta alimentaria, pero estas tienen un menor ejercicio de sus derechos sociales. De hecho el 2.5 es el registro más alto desde el 2016.

De tal manera, no se puede perder de vista que la población vulnerable por carencias sociales con un millón 454 mil 300, alcanzó la cifra más alta desde que se lleva registro. Aquí se trata de aquella población que presenta una o más carencias sociales, pero cuyo ingreso es superior a la línea de bienestar. En otro indicador, el porcentaje de personas con al menos una carencia social se ubicó en el 51.4% de la población, un descenso menor con respecto al 57.9% de 2018. El dato para 2022 equivale en número de personas a un millón 965 mil 300 en esta situación, que continúa siendo la carencia con mayor incidencia en pobreza. Asimismo, el porcentaje de bajacalifornianos que presentó carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad fue del 10% en 2022, es decir, 383 mil 300 de personas en esta situación. En general, aunque el indicador general de pobreza se redujo en 9.1% no se debe perder de vista que la pobreza es un fenómeno multidimensional que comprende aspectos relacionados con las condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades e imposibilitan su plena integración social. En este sentido, hay que subrayar que para Baja California entre 2016 y 2022, presentó un retroceso que preocupa, ya que el porcentaje de la población con rezago educativo pasó de 14.1% a 15.5%, lo que equivale a un crecimiento desde 509 mil 400 en 2018 a 594 mil 200, o sea un crecimiento del 17 por ciento. El rezago educativo considera la asistencia escolar y la conformación de la educación obligatoria, incluyendo los cambios normativos en materia de educación a la fecha de publicación de los Lineamientos para la estimación de la pobreza vigentes. Asimismo, en cuatro años cerca de medio millón de bajacalifornianos (454 mil 100) perdieron el acceso a un servicio de salud, debido principalmente a la desaparición del Seguro Popular y al crecimiento de la informalidad.

De acuerdo con el Coneval, hay un millón 85 mil 800 bajacalifornianos con carencia por acceso a los servicios de salud, cuando en 2018, previo al inicio de la presente administración federal, eran 631 mil 700. Lo anterior significa que la proporción de población sin acceso a este servicio pasó de 16.9 a 28.4 por ciento, con un crecimiento del 71.9 por ciento entre 2028 y 2022. Finalmente cabe señalar que si bien se reporta un avance del ingreso en los hogares, no se debe perder de vista que los flujos importantes provinieron de las remesas, los ocupados legales en Estados Unidos y los informales, ya que en el sector formal la inflación golpeó a los salarios de los trabajadores. Asimismo por el aumento en el número de aportantes a los ingresos del hogar. Nada qué presumir.