Ensenada, Baja California, agosto 26.- Actualmente, Baja California enfrenta una gran desconexión entre las vocaciones económicas del Estado y las decisiones de carrera de los estudiantes que impacta directo en la calidad de vida de los jóvenes y el crecimiento de la región. De acuerdo con el Comité de Vinculación Escuela Empresa de Ensenada que preside Joaquín Moya Cussi, el momento en que los jóvenes de bachillerato eligen su carrera es una etapa crucial que no solo afecta sus vidas, sino que también tiene implicaciones significativas para el desarrollo económico de cualquier comunidad. Según el plan Estatal de Desarrollo de Baja California 2022-2027, la disponibilidad de capital humano calificado se encuentra en el sexto lugar en importancia dentro de los factores que las empresas consideran para instalarse y desarrollarse en el estado, pero existe una brecha entre las habilidades que las empresas necesitan y las carreras que los jóvenes eligen. Ensenada (Codeen), informó que por esa razón, el Fideicomiso Empresarial II acordó financiar una campaña de promoción de las vocaciones económicas de Baja California entre la comunidad estudiantil de nivel bachillerato para la elección de carrera profesional: "Es necesario cerrar esta brecha para fomentar el desarrollo de industrias más tecnificadas y con mayor valor agregado, porque mientras cientos de jóvenes egresan de ingeniería civil o arquitectura, la industria de la construcción se pelea por el poco personal de oficios como yeseros, electricistas y operadores de maquinarias", explicó el líder empresarial. Según el estudio realizado por Covee, explicó Contreras, "mientras promovemos carreras como bioingeniería, nanotecnologías o medicina, la industria de insumos médicos carece de personal técnico con habilidades finas para el ensamblaje en sus líneas de producción". Por su parte, el sector educativo enfrenta una serie de desafíos críticos relacionados con la generación de capital humano calificado, la orientación vocacional y el desarrollo de habilidades. Estos problemas, añadió, están interconectados y afectan negativamente tanto a los estudiantes como a la industria local y, en última instancia, a la economía regional. La investigación encontró que algunos de los problemas fundamentales son la escasez de información precisa para la toma de decisiones vocacionales, la falta de actualización de los planes de estudio, desconexión entre la academia y la industria, y la ausencia de información actualizada sobre las demandas laborales. Mientras tanto, la fuga de talentos es una preocupación importante para las regiones que no pueden retener a sus profesionales capacitados. En este sentido, los graduados en busca de mejores oportunidades y salarios, a menudo optan por trasladarse a otras áreas geográficas o incluso a nivel internacional. Dicha emigración de talento contribuye a la pérdida de capital humano valioso para la región y debilita la capacidad de la industria local para competir en un mercado global, al disminuir la disponibilidad de expertos en la región.