Ensenada, Baja California, marzo 21.- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Ensenada exige a las autoridades estatales garantizar la ejecución puntual, transparente y con resultados medibles de los proyectos en materia de fuentes de agua para Ensenada y San Quintín. Marco Estudillo Bernal, presidente del CCE, declaró los empresarios estarán vigilantes para que las obras en proceso y las que faltan por desarrollar, no se queden en promesas o anuncios sin impacto real. Estudillo Bernal, puntualizó que el acceso al agua es un derecho humano consagrado en el artículo 4º de la Constitución, por lo que su provisión, distribución y saneamiento deben estar garantizados prioritariamente para la sociedad. Señaló que solo una vez cubiertas las necesidades básicas de la población, el recurso puede destinarse de manera ordenada y sustentable a los sectores productivo e industrial, bajo esquemas que aseguren eficiencia, equidad y responsabilidad ambiental. “El secretario del Agua presentó incrementos en cobertura y ampliación del servicio, pero también nos reconoció que se partió de un rezago profundo. Eso obliga a no aflojar el paso ni permitir retrocesos”, afirmó Estudillo Bernal. Indicó que la cobertura de agua potable que dicen alcanzó un 88.5%, y que el servicio pasó de 15 a 21 horas en promedio, aún deja existencia de colonias con intermitencias y comunidades rurales que siguen sin acceso continuo al vital líquido. Sobre los 19 proyectos del Programa Estatal Hídrico, el líder empresarial puntualizó que el sector productivo exigirá cronogramas públicos, avances trimestrales y resultados auditables. “Nos informaron de avances en plantas como Noroeste y El Gallo, y que El Sauzal y El Naranjo estarán listas en los próximos meses, pero no basta con anuncios: necesitamos monitoreo social y rendición de cuentas”, señaló. Estudillo Bernal agregó que la ampliación de la planta desaladora existente en Ensenada, así como la necesidad de una más en la zona norte, y la construcción de otra en San Quintín son fundamentales para la seguridad hídrica futura, pero su éxito dependerá de la correcta ejecución técnica y financiera. El dirigente empresarial sostuvo que se estableció el acuerdo de generar una mesa de seguimiento constante a los proyectos estratégicos de fuentes adicionales de agua para Ensenada, donde el sector privado participará activamente como contrapeso técnico y social. En dicha ruta, se acordó también insistir en la ampliación de la planta desaladora actual de Ensenada, cuyo proyecto plantea elevar la capacidad de 250 a 500 litros por segundo, lo que se considera una medida urgente frente al crecimiento poblacional y turístico de la región. Explicó que se debe analizar la viabilidad de nuevas alternativas de desalación en la zona norte del municipio, bajo criterios de eficiencia operativa, reducción de costos y tiempos de ejecución, priorizando soluciones que generen impacto directo en comunidades con menor cobertura. Se debe asegurar, dijo, el desarrollo de la zona norte, que ya cuenta con directrices para efectos industriales, logísticos, habitaciones y turísticos, y que debe convertirse en un gran polo de desarrollo. "Además de solucionar con ello, las necesidades alrededor de Valle de Guadalupe, y esto se potencializa junto al anuncio federal de la próxima ruta alterna" dijo. Asimismo, advirtió que aún no se alcanza el tratamiento del 100% de las aguas residuales.