Por Oscar Tafoya Arremeter contra los negocios de Baja California, por parte del gobierno de Jaime Bonilla, provocó que en dos meses que van 2021, hayan cerrado más de mil empresas formales, de acuerdo con los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De enero a febrero se dieron de baja 1,266 empresas del IMSS, producto del estancamiento económico, pero sobre todo, derivado de la política antiempresarial que emprendió Jaime desde que llegó al gobierno estatal y que conforme pasa el tiempo se está agudizando. La creación y aumento de impuestos en plena pandemia y crisis económica, además de la cacería de empresas a través de los cobros irregulares por consumo de agua, están generando una ola de incertidumbre en los empresarios. En ese sentido, el sector privado se está viendo obligado a cerrar sus negocios ante las duras medidas impuestas por un gobierno que no le interesa nada que tenga que ver con mejorar condiciones para dar más oportunidades a las empresas, que son las que generan los empleos que tanto se quieren colgar la medalla el gobierno. Cabe recordar que desde que llegó Bonilla en noviembre de 2019 a febrero de 2021 (último dato actualizado del IMSS), tiene un récord de 10 mil 782 empresas que cerradas, que confirman los daños que propiciaron las medidas de un gobierno autoritario y que no respeta el estado de derecho. Por ello no extraña que Baja California registre un estancamiento económico, que se ubique en el último lugar del ranking de gasto en obra pública (de acuerdo con el Índice de Desarrollo Democrático) y que se registrarán desinversiones por cerca de 700 millones de dólares.