Confirma Claudia alto al proyecto del Sauzal

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Ciudad de México, julio 20.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum confirmó que no se llevará a cabo la ampliación del Puerto del Sauzal, si la población no lo aprueba. Con esta declaración respondió a una creciente presión ciudadana y ambientalista que ha calificado la obra como una amenaza directa al ecosistema costero y a la identidad surfista de la región. El proyecto planteado por la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) buscaba transformar el actual Puerto del Sauzal, originalmente pesquero, en un complejo industrial de grandes dimensiones, capaz de recibir hasta 6 millones de contenedores al año, en comparación con los 450 mil actuales. Pero la propuesta encontró resistencia casi inmediata por parte de organizaciones ambientalistas, surfistas, pescadores artesanales y habitantes de El Sauzal, quienes desde hace años defienden esta zona como un santuario marino y cultural. Durante su reciente visita a Baja California, Claudia Sheinbaum dijo: “Quiero decirles a los ensenadenses que no vamos a construir nada que no esté de acuerdo la población. Siempre va a haber diálogo. Si el puerto no están de acuerdo, no se va a construir.” Agregó que “sí, se va a consultar a la ciudadanía” y que “de eso no se preocupen”. La postura de Claudia coincide con el rechazo expresado a través de más de 10 mil firmas reunidas en la plataforma Change.org, donde ciudadanos exigen la cancelación del megaproyecto portuario. Para muchos, la obra es vista como un intento por imponer un modelo extractivista y privatizador, alejado de las necesidades reales de la población local. La Bahía de Todos Santos, donde se ubican los puertos de Ensenada y El Sauzal, fue reconocida en 2014 como la primera Reserva Mundial de Surf en México. Sus rompientes constantes y la calidad de olas durante todo el año han convertido a playas como San Miguel, Tres Emes y Stacks en mecas internacionales para surfistas. Según el Programa Maestro de Desarrollo Portuario de la Secretaría de Marina, esta zona tiene características únicas para el surf: olas continuas que no se cierran bruscamente, lo que la distingue incluso de otras playas mundialmente famosas. El temor es claro: la transformación del puerto en un centro industrial destruiría estas playas, afectando el turismo, el deporte y el estilo de vida costero de Ensenada.