Continúan deteriorándose lagos Powell y Mead; vivimos la sequía más severa registrada en los últimos 1,200 años: CILA

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En seguimiento al comunicado emitido por la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos de América (CILA) el pasado mes de diciembre de 2022, la Sección mexicana de la CILA, informó que el 13 de febrero del presente, celebró una reunión con su contraparte estadounidense y autoridades de ambos países incluyendo la CONAGUA, la Secretaría de Relaciones Exteriores, del Departamento del Interior y del Buró de Reclamación de los Estados Unidos, así como de los estados de la Cuenca del Río Colorado (Cuenca), en la cual se iniciaron las discusiones para analizar las potenciales acciones a implementar entre 2024 y 2026, ante las condiciones de escasez que se están presentando en la Cuenca, partiendo del principio de entendimiento mutuo entre ambas partes sobre la necesidad de llevar a cabo acciones emergentes para evitar el colapso del sistema de la Cuenca. En el comunicado agrega que durante la reunión, se revisaron las condiciones y pronósticos hidrológicos de la Cuenca, observándose que las condiciones del sistema continúan deteriorándose. Los lagos Powell y Mead, embalses clave para la operación del Sistema, se encuentran al 23% y 29% de su capacidad de almacenamiento, respectivamente. Así mismo, el Lago Powell continúa registrando mínimos históricos, y se anticipa seguirá así hasta que inicien los deshielos en la próxima primavera, mismos que a pesar de que actualmente tiene una capa de nieve con un 30% por encima del promedio, se pronostica que los escurrimientos que se generen no sean proporcionales considerando el comportamiento de los últimos años. Considerando lo anterior, se destacó la relevancia de la cooperación bilateral en el marco del Tratado de Aguas de 1944 y de los acuerdos internacionales vigentes para abordar los retos que presenta la sequía más severa registrada en los últimos 1,200 años. Se enfatizó la necesidad de coordinar los esfuerzos mediante el intercambio de información que permita considerar las medidas más adecuadas para proteger los embalses de los que dependen los usuarios de la Cuenca. En este sentido, se insiste en la importancia de implementar proyectos de modernización y tecnificación para el uso eficiente del agua, así como la de continuar explorando potenciales proyectos de nuevas fuentes de agua en beneficio de los usuarios en ambos países. En el seno de la CILA se estarán llevando a cabo las reuniones con la meta de explorar de manera conjunta acciones específicas que permitan hacer frente a esta situación de escasez y asegurar, por lo menos, los abastecimientos mínimos de agua que dependen de las aguas del Río Colorado. Así mismo, se estarán conformando Grupos de Trabajo con instituciones académicas, Organizaciones de la Sociedad Civil y representantes de los usuarios para revisar las condiciones hidrológicas actuales y futuras, y para dialogar sobre las medidas que ambos gobiernos pudieran considerar dentro de los acuerdos emergentes a los que se espera llegar en los próximos meses. Se espera que se puedan anunciar las medidas definitivas en el mes de julio de 2023, las cuales aplicarían para los años 2024, 2025 y 2026. La Sección mexicana de la CILA insiste en la necesidad de tomar conciencia en las precarias condiciones de la Cuenca, y con ello asumir las acciones que se hagan necesarias para enfrentar esta situación emergente, con la meta de evitar un eventual colapso del sistema, particularmente considerando la incertidumbre que existe sobre el comportamiento de la infraestructura bajo condiciones de operación con almacenamientos mínimos. Imagen: Lago Mead, tomada el 23 de febrero.