Creció AMLO deuda en 3.2 billones de pesos; olvidó financiar bienes públicos

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A pesar de la promesa de no endeudar al país, durante el sexenio del expresidente López Obrador el saldo de la deuda pública se incrementó en 3.2 billones de pesos. La mayor parte de estos recursos impulsaron el gasto en pensiones, pero poco sirvieron para aumentarlo en bienes públicos como la educación, el Estado de derecho o la infraestructura. AMLO heredó una gran deuda y la hizo aún mayor. Al cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto (2018), el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFS), que es el registro del endeudamiento total del Gobierno, era de 43.6% del PIB (14.2 billones). Para diciembre de 2024, este saldo creció a 51.4% del PIB (17.4 billones). Durante su sexenio sólo un tipo de gasto tuvo un impulso considerable: la función de protección social (principalmente pensiones contributivas y del bienestar). Aumentó en 68% u 812 mil millones de pesos (mmdp), para colocarse en 2 billones al cierre de 2024. Su crecimiento fue cinco veces mayor que el registrado en Salud, 18 veces el de Educación y 20.8 veces el del Estado de Derecho. La deuda tampoco impulsó la inversión en infraestructura. A pesar de la construcción de obras insignia como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, la inversión pública en el sexenio de AMLO promedió 897 mmdp anuales, inferior a los 1,073 mmdp de Peña, y a los 993 mmdp de Calderón. Encima de esto, López Obrador hereda a Claudia Sheinbaum unas finanzas públicas debilitadas que limitarán su reacción ante Trump. El rescate productivo de Pemex resultó un fracaso. Debido a la reducción del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) cobrado a la petrolera y la menor producción de crudo, los ingresos petroleros del Gobierno federal cayeron en 72% (527 mmdp) frente a 2018 y se colocaron en 203.9 mmdp, el peor nivel que se tenga registro desde 1990. Además, el cuantioso endeudamiento elevó el costo financiero de la deuda a 1.1 billones de pesos al cierre de 2024, el mayor nivel desde 1990. Se espera que este lastre financiero siga creciendo en 2025, lo que limitará la provisión de derechos para la ciudadanía al inicio del actual sexenio. Tres hitos de las finanzas públicas sexenales 1. El sexenio de AMLO cerró con el peor crecimiento en ingresos del Gobierno federal. Al cierre de 2024 hubo un aumento de 5.8% contra el último año del sexenio anterior (2018). No obstante, con EPN los ingresos crecieron 24.4%, con Calderón 21.9% y con Fox 36.3%. 2. A pesar de la construcción de obras insignia como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, la inversión pública en el sexenio de AMLO promedió 897 mmdp anuales, inferior a los 1,073 mmdp de Peña, y menor a los 993 mmdp de Calderón. 3. Se incumplió la promesa de no endeudar al país: el saldo de la deuda pública con AMLO pasó de 43.6% del PIB (14.2 billones) en 2018 a 51.4% del PIB (17.4 billones), 3.2 billones más.