Davos, Suiza, enero 15 (New York Times).- El Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, se encuentra navegando en aguas turbulentas. Durante mucho tiempo, el símbolo próspero de un mundo globalizado donde se suponía que más comercio traería más libertad, ahora enfrenta una fractura internacional, un nacionalismo ascendente y un creciente proteccionismo bajo la sombra de la guerra en Europa y las agudas tensiones entre Estados Unidos y China. Si lo viejo se ha ido, el nuevo orden aún no ha nacido. El poder se está alejando de Estados Unidos a medida que crece el peso militar y económico de China, pero la forma de un sistema internacional alternativo no está clara. La reunión en las montañas suizas la próxima semana de políticos, líderes empresariales, gurús de la tecnología, ambientalistas y otros patrocinadores de Davos, luchará con preguntas que antes eran impensables. ¿Hasta qué punto se está desglobalizando el mundo a medida que la amenaza a las cadenas de suministro se ha vuelto evidente a través de Covid-19 y la guerra? ¿Es posible poner fin a la guerra de trincheras en Europa que ya se ha cobrado la vida de decenas de miles de ucranianos y rusos y que ha llevado a hablar, descabellado pero insistente, de un posible “Armagedón” nuclear, palabra utilizada por el presidente Biden el año pasado? Si el conflicto en Ucrania persiste hasta 2023, como ahora parece plausible, ¿cómo se puede evitar una recesión mundial inducida por la guerra mientras persiste la incertidumbre que reduce la inversión y los precios se disparan? Estos son algunos de los problemas que enfrentará la multitud reunida. China enviará a un viceprimer ministro, Liu He, a Davos, la primera vez que un líder chino asiste al foro desde que comenzó la pandemia. La delegación estadounidense incluirá a Katherine Tai, la representante comercial; John Kerry, enviado especial del Sr. Biden para el clima; y Samantha Power, administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. La convergencia ha pasado de moda. Ya no existe un consenso político sobre cómo llevar la prosperidad a un mundo interconectado. La gran rivalidad de poder en un planeta que se calienta es la nueva realidad. Más de 50 jefes de Estado y de Gobierno, 19 gobernadores de bancos centrales, 30 ministros de Comercio y 35 ministros de Asuntos Exteriores, además de los máximos responsables de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, se darán cita. Este año se registrará la mayor participación empresarial de la historia en Davos, con más de 1.500 líderes inscritos de 700 organizaciones, según el FEM.